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ENCARNACIÓN (Juan Augusto Roa, de nuestra redacción regional). El comandante del Comisoe, coronel DECM Aldo Bachem Trinidad, al frente de un grupo de oficiales, la banda de músicos y efectivos de la Reserva Activa de las FF.AA. en Itapúa, encabezó el acto de homenaje al héroe nacional.
Don Ciriaco es oriundo de Yataity, departamento de Guairá, pero finalizada la guerra se instaló en la ciudad de Coronel Bogado. Últimamente vive en la casa de una hija, en esta ciudad, por razones de tratamiento médico.
“Este es un acto de homenaje y agradecimiento a este héroe viviente, es lo mínimo que podemos hacer para expresar nuestra gratitud a don Ciriaco y a todos aquellos compatriotas que ofrendaron su vida y su juventud para heredar nuestra soberanía. Gracias a todos ellos estamos ahora acá”, expresó el militar.
Familiares del excombatiente participaron de la fiesta. Todos expresaron su alegría y gratitud por el gesto de los uniformados.
Don Ciriaco, quien pese a su edad mantiene una lucidez y una vitalidad extraordinarias, agradeció el gesto y compartió algunas anécdotas de batalla. El veterano participó durante los tres años de la contienda chaqueña.
Es el menor de cuatro hermanos que fueron a la guerra, entre ellos Remberto, Pascual (quien entonces era militar, con el grado de capitán del ejército) y Marciano. Los cuatro hermanos regresaron con vida de la guerra. Don Ciriaco fue herido en combate y tras algunos meses de convalecencia regresó al frente de batalla.
Terminada la guerra se instaló en Coronel Bogado en 1936. Con su esposa Adolfina (ya fallecida) tuvo dos hijos: Óscar (+) e Irma. También adoptaron dos niños: Julián Rodríguez y Ernestina Monzón, hija de una familiar que murió en el parto.
El excombatiente participó de las batallas de El Carmen, Picuiba, en la toma de Yrendagué, entre otros.
“La última batalla en la que estuve fue en Camatingy, ya en territorio boliviano. Esta batalla fue un verdadero infierno. Chocamos con tropas de refresco”, recordó. Agregó que el 11 de marzo de 1935 fue evacuado del frente de batalla, en estado de agotamiento físico, pero vivo, que era lo importante.