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Esta idea surgió ante una falta de identidad propia del sitio, que se fue perdiendo a causa de la inclusión de sinfín de culturas traídas por personas provenientes de otros puntos del país y del extranjero que llegaron a esta zona para la construcción de la Represa Yacyretá en los años 70 y 80. A esto se suma la desidia de los gobernantes de la época que nada hicieron para resguardar los bienes patrimoniales de la época.
Lugares como el antiguo Mercado Municipal, el local donde funcionó el Juzgado de Paz, la Municipalidad, la Sala Verde (lugar de evento sociales), entre otros patrimonios que se perdieron con el tiempo, al igual que la identificación propia.
Ferreira comentó que antes de pintar, como el cuadro de la fachada del antiguo templo de San José Mi, buscó algunas informaciones en los pocos documentos que pudo conseguir. Estos fueron insuficientes para recuperar la historia y plasmar en la pintura y por ese motivo buscó información a través de pobladores antiguos de la ciudad. “Uno de los objetivos es desmentir eso que se dice que Ayolas no tenía nada antes”, es el objetivo de Ferreira.
Actualmente, Juan Carlos trabaja en recrear la Sala Verde, donde se realizan los tradicionales acontecimientos sociales, y el Viejo Puerto Jesuítico, que influyó en gran manera en la economía de la época.