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LAURELES, departamento de Ñeembucú (Clide Noemí Martínez, corresponsal). El sector ganadero del Ñeembucú sufre serias consecuencias a raíz de la prolongada inundación de los últimos meses, una situación que causó la mortandad de animales y graves perjuicios económicos para los productores de la zona.
A pesar del esfuerzo para alivianar los campos, vendiendo los vacunos a precios muy bajos, los debilitados ganados no pudieron resistir los pocos días fríos registrados en nuestro singular invierno. Las pérdidas pudieron haber sido mayores, pero por suerte las heladas no se hicieron sentir y esto facilitó la supervivencia del ya afectado hato ganadero.
En todo el Ñeembucú se observa a la vera de los caminos osamenta de vacas muertas, siendo particularmente sensible este caso en la zona de la compañía de Apipé, distrito de Laureles, sitio de grandes humedales.
Se espera que las condiciones del tiempo sigan favoreciendo a la recuperación del sector y se acabe la gran especulación vigente a la hora de la adquisición de las reses de esta región. Para el fortalecimiento de este rubro es prioritario el mejoramiento de los caminos, que por su precariedad aumentan costos de flete en el momento de la comercialización de los vacunos.
En los últimos meses, aprovechando la desesperación de los productores pecuarios, los compradores actuaron de “buitres”, despojando de sus animales a los pequeños ganaderos por la mitad de su valor real en el mercado.
Pérdidas económicas
Regalado Páez, vecino del lugar, explicó que los rigores del clima motivaron la pérdida total de sus cultivos y la muerte de la mayoría de los pocos animales que tenía.
El ganadero afectado comentó que las reses no resistieron la prolongada inundación que se registró por efecto de las precipitaciones, situación que prácticamente les dejó sin alimentos.
Páez afirma que recuperarse de este golpe será muy complicado pese a la gran cantidad de víveres donados a los afectados de Ñeembucú, aunque solo en una ocasión su familia fue beneficiada con víveres de la Secretaría de Emergencia Nacional.
Por su parte, Omar Pérez, transportista, señaló que es lamentable el estado de los caminos y que su vehículo sufrió serias averías en el afán de no dejar desabastecidos a sus clientes del distrito de Laureles. Mencionó que en estas condiciones todo lo que pudiese ganar en el flete, lo invierte en la reparación del camión.