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GENERAL ARTIGAS, Itapúa (Juan Augusto Roa, de nuestra redacción regional). Esta comunidad era habitada inicialmente por nativos guaraníes, liderados por dos caciques, los hermanos Cangó y Bobí (el mayor de ambos), según los datos históricos. El pueblo tenía la denominación de “Cangó Bobi” y mantuvo ese nombre luego de su fundación en 1789, por orden del entonces gobernador de la provincia del Paraguay, Joaquín Alós y Brú.
No existe una fecha exacta del acontecimiento en ese año, pero, por ordenanza municipal N° 42/1992, se estableció el 31 de mayo. Fue en coincidencia con la fecha de inauguración del servicio de abastecimiento de energía eléctrica y alumbrado público en 1985.
En 1942, a pedido del cura párroco, Armando di Perna, de nacionalidad uruguaya, el nombre original de “Cangó Bobi” fue cambiado por “General Artigas”, en homenaje al prócer uruguayo José Gervasio Artigas, quien vivió en el Paraguay en carácter de desterrado político, durante el gobierno del doctor José Gaspar Rodríguez de Francia.
Para lograr el objetivo de bautizar a la ciudad con el nombre de su ilustre compatriota, el religioso gestionó con el gobierno uruguayo la construcción de una escuela normal de profesores, un local municipal, la iglesia, entre otras obras.
Esta comunidad, históricamente aislada por falta de caminos, experimentó un notorio desarrollo urbanístico en los últimos 10 años, luego de la habilitación de una ruta asfaltada que conecta a las localidades de Artigas, San Pedro del Paraná y José Leandro Oviedo, con la Ruta I “Mariscal López”.
La economía de la ciudad está cimentada en la agricultura, la ganadería, y en menor escala, el comercio.