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ENCARNACIÓN (Juan Augusto Roa, de nuestra redacción regional). En los últimos meses se registraron en la zona al menos cuatro accidentes con derivación mortal.
Preocupa el hecho de que en el lugar se produzcan muchos accidentes y la situación amerita una respuesta inmediata, sostuvo Édwar Irala, fiscal general adjunto, vicepresidente del Consejo de Seguridad Ciudadana. La presidencia del organismo es ejercida por el intendente, Luis Yd.
En la reunión del lunes último, el Consejo resolvió remitir una nota a la intendencia municipal solicitando la intervención de esta institución y la búsqueda de soluciones para evitar más accidentes.
La Dirección de Tránsito tiene asignado a un personal en el sitio, en horas pico, pero la solución pasa por medidas estructurales, como la construcción de lomadas que limiten la velocidad de los automóviles y motocicletas. Lomadas como las recientemente construidas en la avenida Cnel. Luis Irrazábal podrían ser la solución más viable y económica y como alternativa a la instalación de semáforos.
Mucha gente proveniente del sur de la ciudad por la avenida Irrazábal ingresa por la citada vía con destino al norte del centro urbano.
Un cóctel mortal
La falta de señalización, alta velocidad y la imprudencia de los conductores forman un cóctel mortal para el tránsito vehicular en la toda la ciudad. Particularmente es peligroso el sector de las avenidas Japón y sus intersecciones con la doble avenida de acceso a Playa San José y las calles Gral. Gamarra e Iturbe, donde pese al esfuerzo no se logró erradicar el problema.
De acuerdo a datos proporcionados por bomberos voluntarios, este año ya se registró un accidente con derivación mortal en la zona. La Dirección de Tránsito de la Comuna, por su parte, tiene registrados al menos cuatro casos de accidentes con derivación mortal entre el año pasado y lo que va del actual, a los que se suman otros numerosos felizmente solo con daños materiales.
En el sitio fueron colocados unos encauzadores de tránsito, como reductores de velocidad, pero los mismos ya no cumplen su objetivo debido a que están rotos o gastados. Lo correcto sería instalar reductores de velocidad, los popularmente conocidos como “lomos de burro”, explicó Miguel Viveros, inspector de tránsito de la Municipalidad.
El funcionario recordó que un grave problema es el hecho de que en la zona todavía se ejecutan trabajos de terminación de obras por parte de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), y ese sector todavía no fue transferido al municipio.