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Los turistas aprovecharon el radiante sol y la temperatura primaveral del domingo último, por ejemplo, para realizar paseos. La rica comida que se ofrece en el paseo gastronómico y la paz que transmite el amplio paisaje con el río Paraná de fondo fueron las principales alternativas.
Algunos también aprovecharon para recorrer en botes o motos náuticas, otros para caminar al borde del río, mientras que los niños disfrutaron de un paseo en cuatriciclos. Entre los visitantes se pudo ver a gente llegada desde la Argentina, y algún que otro vehículo con chapa del Brasil.
Comparando la temporada alta del verano, el lugar ofrece ahora un ambiente tranquilo, despejado, con amplio espacio para caminar y disfrutar de la compañía de amigos y familia.
En el nuevo circuito comercial, en cercanías al acceso del puente internacional “San Roque González de Santa Cruz”, la jornada fue un poco más intensa por la mañana, con varios locales abiertos y considerable número de turistas argentinos que aprovecharon para hacer compras y cargar combustible en sus vehículos.
Alrededor de las 15:00 se pudo observar que una considerable cantidad de vehículos hacía fila sobre la pasarela para cruzar a Posadas, aunque no en la proporción catastrófica que se dio dos fines de semana atrás, cuando quienes retornaban de pasar la Semana Santa con sus familiares en nuestro país, al volver se vieron obligados a formar filas hasta la avenida Bólik, en el extremo norte de la ciudad.