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El frustrado proyecto que emprendieron hace tres años Juan Sabluk y Dionisio Samaniego incluía la construcción de un vivero con la quijotesca intención de arborizar y hermosear los paseos públicos.
Al comenzar, tenían unos 40.000 plantines. Cultivaron y siguen cuidando las que están en la costanera del Mbói Ka’ê, pero no pudieron avanzar en los otros paseos públicos por falta de apoyo de la Municipalidad y la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).
Dijeron que la mayor dificultad con la que se encontraron para los retoños de árboles es que toda esta zona fue rellenada con cascotes y tierra sin nutrientes. Posteriormente, con máquina pesada fue terraplenada, motivo por el cual las plantas no crecen.
Solicitaron a la Comuna que eruditos en la materia aseguraran la viabilidad y eficiencia del trabajo emprendido e identificaran los tipos de suelo de toda la costanera encarnacena, pero nunca fueron escuchados.
“La Municipalidad insiste en colocar palmeras, pero las palmeras no son nativas de este sector, por eso plantamos especies nativas, al menos en la costanera del barrio Mbói Ka’ê”, comentó Sabluk.
Indicaron que la prioridad era convertir a los paseos de la ribera de Encarnación en una zona con amplios pulmones verdes, oxigenados y embellecidos con el aporte de árboles, plantas y flores del vivero en el que invirtieron dinero y tiempo.
Las plantas crecieron y al no prosperar el proyecto decidieron donarlas a las personas interesadas.
Plantas nativas
Disponen en el vivero de ceibos, lapachos de distintos colores, guayaybí, chivato, moringa, grevilea, eucalipto, santa rita (varios colores) y otras especies que se pueden retirar a 150 metros de la playa Mbói Ka’ê, detrás de Cerámica Ideal.
El director de Salubridad y Medio Ambiente de la Municipalidad, Victoriano Vázquez, valoró el aporte de los vecinos Sabluk y Samaniego, pero aclaró que los paseos públicos aún son propiedad de la EBY y es obligación de la binacional la reforestación.
El jefe del sector Medio Ambiente de la EBY, Francisco Bruno Vergara, en tanto aseguró que cada año se realiza la recuperación, complementación y sustitución e implantación de nuevos árboles en la zona de la costanera.
“Es cierto que crecen más despacio por la compactación del suelo, pero desde el próximo año –entre mayo y octubre– tendremos un taladro mecánico para profundizar el hoyo donde cultivar”, dijo finalmente.