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QUIINDY (Emilce Ramírez, de nuestra redacción regional). La Junta de Saneamiento desde hace 14 años está bajo la administración de Miguel Ángel Méndez, que prácticamente quiere perpetuarse en el cargo y no llama desde hace tres años a asamblea para rendir cuentas a los usuarios, señaló Adorno. Indicó que tampoco se hace cargo del problema de falta del vital líquido en la comunidad.
Expresó que los operarios de la aguatera tienen dificultades para trabajar porque no cuentan con herramientas para atender los reclamos de los usuarios. Además existen millonarias deudas con la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), señaló Adorno.
Comentó que en esta ciudad existen más de 1.900 usuarios que pagan por el consumo G. 20.000 que no se justifica porque solo en horas de la madrugada acceden al vital líquido.
Señaló que los barrios más afectados son los de Santa María y Caacupé’i, que se encuentran en la zona alta del distrito. Relató que en diciembre del año pasado un grupo de usuarios preocupados por la situación solicitó a Méndez que convoque a una asamblea y que entregue la institución a personas que quieran trabajar, pero no hizo caso y se aferra al cargo.
Adorno añadió que el estatuto de la Junta de Saneamiento establece que la presidencia dura dos años y puede ser reelecto por un periodo igual. Sin embargo, el mandato de Méndez ya feneció y no rinde cuentas a la ciudadanía.
Lamentó que el síndico Elizardo Fretes tampoco cumple con su obligación de convocar la asamblea.
Por su parte, Miguel Méndez dijo que el agua potable no llega a algunos usuarios porque hay problemas con los motores. Consultado sobre la falta de convocatoria a asamblea y su perpetuidad en el cargo, dijo que en la última asamblea en 2013 se resolvió que continúe como presidente hasta tanto se resuelvan los problemas judiciales de cinco miembros de la comisión anterior.