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El obispo celebró el domingo a las 18:00 la misa en la iglesia Nuestra Señora de la Asunción. Tras la liturgia hubo habilitación de la capilla de Adoración Perpetua, que fue una iniciativa del párroco presbítero Pedro Milciades Olmedo y los feligreses que lo acompañan.
Monseñor Medina explicó que el pastor universal de la Iglesia Católica es el papa Francisco y que cada obispo en particular en sus respectivas diócesis tiene la misión de seguir el camino y la postura de Cristo. “Es grande la responsabilidad, porque el obispo tiene que gobernar, enseñar, evangelizar y santificar. Son funciones que requieren de mucho esfuerzo, sabiduría y espiritualidad”, expresó Medina.
Hay mucho sufrimiento
Añadió que como pastor de la Iglesia Católica no puede dejar pasar por alto los sufrimientos, las inquietudes, los anhelos y aspiraciones de la gente. “Tenemos que dar esperanza a quienes viven en medio de necesidades, desesperanzados por falta de trabajo, la corrupción, falta de justicia y la impunidad”, dijo.
Señaló que la Iglesia como pueblo de Dios y rebaño de Jesús está presente en cada parroquia en particular y agregó que no hay respuestas concretas ni contundentes a los reclamos de la población, “los obispos acompañan en su dolor a la población y piden a las autoridades escuchar las peticiones”.
Monseñor Medina subrayó que la política del país es un modelo que no responde a las necesidades del pueblo, sobre todo porque hay mucha corrupción y que es un contrasentido que haya tantas necesidades en el país.