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ENCARNACIÓN (De nuestra redacción regional). Según comentaron albañiles que trabajan en el lugar, hay espacios donde han quedado tres cajones juntos, uno encima del otro. Los que no cuentan con panteones familiares en esta necrópolis, ya deben utilizar otra ubicada a 25 kilómetros de la ciudad.
La situación del camposanto encarnaceno es de abandono y de basura por doquier. Existen lugares en los que hay que pasar sobre las tumbas, por la construcción abigarrada de un sepulcro al lado del otro y la ausencia de sendas.
Otra situación lamentable observada es la total dejadez del columbario de los excombatientes de la Guerra del Chaco (1932-1935), lo que es una clara señal de falta de respeto de las autoridades departamentales y comunales a la memoria de nuestros héroes.
Según el administrador del camposanto, Mariano Duarte, la obra de la nueva necrópolis comunal ubicada en el barrio San Isidro “avanzará después de las internas coloradas”, al parecer porque el jefe comunal, Joel Maidana (ANR), está en la campaña por el rekutu.
Desidia
Para cubrir las cuatro hectáreas y las aproximadamente 36.000 tumbas, hay solo cinco funcionarios municipales de limpieza; otros cinco son custodios del cementerio. Hay sepulturas que están perdidas entre los desperdicios de hojas y ramas, además, basura de todo tipo cubren las lápidas. El sector más abandonado es el del fondo, ya que en la entrada a la necrópolis hay panteones muy bien cuidados.
El responsable de Obras de la Municipalidad, Mariano Sarquis, dijo desconocer las obras del nuevo cementerio en el barrio San Isidro. Indicó que los familiares deben hacerse cargo del mantenimiento de las tumbas.