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ENCARNACIÓN (De nuestra redacción regional). El coordinador del proyecto, Óscar Martínez, mencionó que el objetivo es la seguridad alimentaria de las familias humildes y generar ingresos a través de la venta de sus productos.
“Los rubros en los que trabajan son huertas familiares, cría de ganado menor, producción de peces en estanques, cultivo de frutales, remedios yuyos y verduras”, señaló.
El programa comprende capacitación, laboreo de suelo y preparación de la chacra para el cultivo, que se hace con técnicos y máquinas de la Comuna.
El plan abarca a pequeños propietarios con superficies de cultivo de una hectárea y media. Un equipo de técnicos y asistentes sociales se encargan de la capacitación de los productores.
La asistencia comunal completa el círculo desde la producción hasta el mercadeo de los productos.
Dentro del programa existe un convenio firmado con la empresa Fruika, de la ciudad de Carlos Antonio López, mediante el cual los pequeños granjeros cultivan mburucuyá y cítricos y toda la producción es comprada por la firma para su industrialización.
El programa comenzó en el año 2007 y ahora se trabaja con 1.700 familias de los diferentes barrios rurales. El equipo de trabajo está compuesto por 28 funcionarios, que disponen de una suma de G. 2.500 millones anuales para desarrollar las diferentes actividades.
El programa también cumple un importante papel en la reinserción laboral y social de niños y adolescentes en situación de calle, a través de la contratación en el vivero que tiene disponible la Municipalidad en la sede del proyecto (en el exlocal de la Dinar).
“En este momento tenemos 11 jóvenes trabajando en el vivero, en la producción de plantines de hortalizas y flores”, dijo Óscar Martínez.