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CAPITÁN MIRANDA, Dpto. de Itapúa (Juan Augusto Roa, de nuestra redacción regional). El proyecto consistió en la construcción de un caminero de cemento cubierto de tapitas que une dos bloques de la institución, en el patio interno del colegio.
La idea fue desarrollada en el área de Ciencias Naturales y el trabajo estuvo a cargo de la profesora Cristina Rojas.
Juntar las más de 12.000 tapitas de botellas de plástico que se usaron demandó una tarea que movilizó a mucha gente. La idea se propagó rápidamente, con un gran resultado positivo: la ciudadanía dejó de arrojar estas basuras en la vía pública.
El objetivo fue crear conciencia sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente, no arrojar materiales plásticos a la calle y mostrar que se les puede dar un nuevo uso con el reciclaje, explicó Efraín Sosa León, estudiante del octavo grado. El proyecto se convirtió en un interesante motivo de reflexión, comentó el alumno.
Por su parte, la directora de la institución educativa, Esther Delcanto, se mostró visiblemente entusiasmada con el trabajo encarado por los chicos.
La iniciativa tuvo un primer impacto que consistió en que prácticamente toda la institución se involucró. Desde el momento en que arrancó comenzaron con la tarea de juntar las tapitas de las botellas.
El proyecto fue desarrollado por alumnos del séptimo, octavo y noveno grados, en conjunto con estudiantes del primero de la media. Pero en rigor, todos los casi 400 alumnos del colegio Moisés Bertoni participaron de alguna u otra manera, colaborando con tapitas.
El colorido y llamativo caminero, sin embargo, no es el primero ni el único trabajo desarrollado por estudiantes de la institución en materia de reciclado.
En el patio se pueden ver cajas de monitores de computadoras o impresoras y neumáticos viejos, convertidos en atractivas planteras. También hay un banco construido a partir de cemento y restos de vidrio.