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Para lograr el objetivo, firmaron un convenio el jueves último, en la sede de la Facultad de Ciencias Agrarias de esta ciudad.
Algunas de las acciones propuestas para desarrollar por ambas entidades son las de implementar la reforestación, forestación con fines de preservación y producción de madera para uso energético. También impulsarán la aplicación de programas de hermoseamiento de calles, plazas y escuelas con árboles nativos, además de proteger los cursos hídricos y nacientes.
En ese contexto, Procosara se compromete a facilitar un profesional para la coordinación y fiscalización de las actividades, proveer semillas y plantines de árboles nativos, y también de especies de árboles exóticos para fines energéticos y de plantines de yerba mate y frutales para el cultivo de renta de los productores.
Por su parte, la Facultad de Agronomía se compromete a facilitar un técnico y propiciar que estudiantes universitarios trabajen como pasantes para las actividades previstas. Además, realizar jornadas de capacitación en las comunidades donde se implementen los programas y desarrollar, conjuntamente con Procosara, campañas ambientales para la conservación de la reserva nativa existente.
La cordillera San Rafael representa uno de los últimos fragmentos del bosque que protegen la Cuenca Alta del Río Tebicuary y la reserva de agua subterránea más importante de Sudamérica, el Acuífero Guaraní.