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ESCOBAR (Catalino Ibarra, corresponsal). La idea de los habitantes es convertir al asentamiento Nueva Esperanza en un modelo de producción frutihortícola a nivel país. Con esa intención iniciaron este año un proyecto productivo.
La finca, de 625 hectáreas, se encuentra en el límite de este distrito con Paraguarí. La propiedad, conocida como Francia Cue, pertenecía a Inocencia Doldán Noguera, que a finales del año pasado fue adquirida por el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert).
Los ocupantes, liderados por Nicolás Oliver, iniciaron gestiones ante las autoridades para conseguir la construcción de un sistema de agua potable y la conexión al servicio de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) e insumos para producir. Hace poco, el ente instaló más de 2.000 metros de extensión de línea para llegar a la aislada zona donde se encuentra la finca.
Oliver dijo que con la electricidad podrán hacer funcionar el pozo artesiano.
El líder del asentamiento manifestó que este año los ocupantes sembraron cinco hectáreas de papa y alfalfa en un campo abierto de la finca. El cultivo presenta un desarrollo óptimo.
Mencionó que el inconveniente con que tropiezan es la escasez de herramientas. A raíz de esto siembran de manera rudimentaria.
“En la preparación de suelo para el cultivo recibimos apoyo, pero no tenemos maquinaria e improvisamos un arado tirado a caballo. En vez de avanzar nos vamos para atrás en esta materia. Nos gustaría contar con un tractor agrícola para cumplir los proyectos productivos soñados”, explicó Oliver.
El líder campesino señaló que el próximo año planean cultivar 40 hectáreas de papa y cebolla, además de multiplicar el área de cultivo de rubros de autoconsumo y de renta.
Para asegurar el éxito del plan necesitan asistencia del Gobierno, expresó.