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En algunas localidades, como San Roque González y Caapucú, los municipios compraron un predio para la instalación de vertederos y también gestionaron la habilitación correspondiente de la Secretaría del Ambiente (Seam), pero no pueden llevar allí los residuos domiciliarias porque los vecinos se oponen al emprendimiento. En ambos distritos se cuenta con el servicio de recolección de basura con una frecuencia de tres veces a la semana. El precio mensual es de G. 15.000 y G. 20.000 dependiendo de la zona.
Por otro lado, en el camino que conduce al Cerro Mba’e, en la localidad de Paraguarí. se pueden observar grandes cantidades de basura a lo largo de unos dos kilómetros de trayecto.
En el sitio se arrojan todo tipo de desperdicios domiciliarios, e incluso los procedentes de hospitales.
El municipio cuenta con un vertedero de una cinco hectáreas, cuya regularización y habilitación se está gestionando ante la Seam, según explica la intendenta local Lorena Burgos (ANR).
Sobre la basura arrojada a la vía pública, la jefa comunal sostuvo que se debe a las personas que no quieren pagar por el servicio de recolección de residuos sólidos y que intentan deshacerse de sus desechos domiciliarios. Dijo que en horas de la noche o madrugada, arrojan los desperdicios.