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Expresó que la organización funciona hace más de 10 años en la zona. Algunos de los productos ofertados son tablas para picar carne desde G. 30.000 hasta G. 150.000, bretes y cepo a G. 17 millones, batea a G. 100.000 el metro, portón de madera desde G. 500.000, explicó Leguizamón.
Otro artesano, Pascual Caballero, expresó que actualmente unos 16 vecinos integran la asociación y en su mayoría trabajan en familia. Comentó que también montan galpones y preparan sillones, hamacas de madera de acuerdo al modelo o diseño que presenta el cliente.
Caballero manifestó que el pionero del trabajo sobre madera fue su padre Héctor Caballero, quien tenía un aserradero y en 1950 se había instalado en la ciudad transmitiendo su conocimiento en la preparación de los portones y el aprovechamiento que se puede dar a la madera.
Manifestó que en forma particular algunos de los artesanos llegaron a enviar sus productos a Brasil y España pero que la idea es organizarse mejor para trabajar en equipo, equiparar precios y ofrecer seguridad y garantía de calidad del producto a los clientes.
Añadió que trabajan en forma legal en la compra de maderas, tienen la habilitación del Instituto Forestal Nacional (Infona), pero que necesitan ayuda para capacitarse y organizarse en cooperativa para, a partir de ahí, tener una marca registrada del producto, indicó el artesano.