Cargando...
CARAPEGUÁ (Emilce Ramírez, de nuestra redacción regional). Los artesanos de esta comunidad, distante a unos 84 kilómetros de Asunción, en principio solo confeccionaban hamacas, colchas y manteles de encaje ju, de hilo y poyvi. Luego como la venta disminuía comenzaron a crear otros artículos dando un valor agregado a cada producto.
Así comenzaron con la confección de colchas de punto y otros productos como faja, chalina, chal, playera, blusas de encaje ju, carteritas, bolsones, portavasos con caminero, almohadones, entre otros.
Este distrito en los últimos veinte años empezó a registrar un crecimiento comercial importante con la instalación de financieras, bancos, cooperativas, universidades y empresas maquiladoras. Sin embargo, la artesanía continúa siendo una fuente de empleo muy interesante para la población.
Esta situación hace que la innovación y diversificación sea una prioridad para lograr captar compradores. En ese sentido, urge la necesidad de asistencia para los trabajadores del arte, que pese a que pidieron que el Gobierno nacional les ayude a vender en las instituciones públicas como comisarías, cuarteles, cárceles, Emergencia Nacional, Fuerzas Armadas, las colchas de hilo, trapo o de poyvi, no tuvieron respuesta.
Una de las artesanas, Hermelinda Gómez, señaló que todos los artesanos tienen la capacidad de aumentar su producción, solo necesitan mercado y ayuda de las autoridades. La mayoría confecciona colchas y fajas surtiendo a los comercios artesanales locales, que a su vez ofertan a los macateros o viajeros que llevan para vender los productos a otras comunidades. Mediante esta cadena de producción y comercialización la artesanía local sigue subsistiendo, expresó Gómez.
Indicó que para este verano están aumentando el stock, aguardando la visita masiva de turistas.
Otros artículos
En la compañía Franco Isla, las artesanas se dedican a la confección de chal, prendas de vestir y randas para manteles hechos en encaje ju. Asimismo, en la compañía Tajy Loma y Beni Loma, se dedican a la confección de fajas, cintos, bolsones con diversos diseños. A la confección de ponchos de hilo, lana y frazadas hechas de restos de tela se dedican los pobladores de la compañía Potrero y Espartillar. Mientras que los artesanos de Pacheco y Bajo Guazú confeccionan colchas y hamacas hechas de hilos y poyvi.
La artesanía puede ser una opción para obsequiar a familiares y amigos. Los recuerdos artesanales pueden encontrarse a partir de G. 10.000 a G. 150.000.