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La inversión inicial de la obra –adjudicada a la firma Caraguatay SA, representada por el ingeniero Bernardino Caballero– fue de G. 15.000 millones. Pero con las modificaciones la suma trepó a G. 18.000 millones.
Pobladores de la zona reclaman a las autoridades del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) la conclusión de los trabajos. Piden también un mejor control en las contrataciones para la realización de las obras viales.
No hay hombres en pista trabajando, y en varios puntos el empedrado ya se levanta o se hunde. Aún falta un tramo de siete kilómetros para culminar con el pavimento pétreo.
El primer contrato firmado entre el MOPC y la constructora establecía que el empedrado debía estar culminado en noviem bre de 2013.
Como no se pudo cumplir, fue establecida una adenda, con una ampliación de unos G. 1.830 millones, y una nuevo plazo de culminación: febrero del 2015.
Pese a que la empresa no cumplió lo previsto, solicitó una nueva adenda con el argumento de que por problemas climáticos no podía concluir el empedrado y que eso también repercutía en la calidad de la obra.
Mediante un nuevo contrato modificatorio, el costo de la obra registró un nuevo incremento de G. 1.323 millones, y el compromiso era entregar la obra el 24 de setiembre del 2016, lo que nuevamente no sucedió.
El jefe de la Unidad Ejecutora del MOPC, Ing. René Peralbo, garantizó que en cuanto mejore el clima la construcción de empedrado va a continuar.