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El León y el Ratón
Fábula de Esopo
Había una vez un Ratón que corría contento por la selva. De pronto, un rayo de sol se metió por entre las hojas de los árboles y lo encandiló de tal manera que ya no vio por donde caminaba.
¿Y por dónde caminaba? Por el lomo de un León. El León, que estaba durmiendo tranquilamente, como es la costumbre de los leones durante el día, se despertó y ¡¡¡grrrrrrrrrrrrrr!!!, lo atrapó.
— ¡No me comas! —Gritaba el pobre Ratón con todo lo que le daba su pequeña voz— ¡Por favor, no me comas! ¡Prometo ayudarte cuando estés en peligro! ¡No olvidaré tu buena acción!
El León abrió los ojos grandísimos por la sorpresa. «¿Qué dice este ridículo e insignificante animal?», pensó. Pero los grititos del Ratón le dieron tanta risa que lo soltó.
Poco tiempo después, aparecieron por ahí unos cazadores. Por supuesto, atraparon al León (querían venderlo a un zoológico) y lo dejaron atado a un árbol.
— ¡Adiós mi selva querida! —Rugía desesperado el rey de las fieras— ¡Adiós mi libertad!
Mientras decía todo esto, pasó por allí el Ratón y escuchó sus lamentos.
— ¡No, León, no te rindas! ¡Soy el Ratón agradecido y voy a devolverte el favor!
El León no podía creer que se le apareciera de nuevo el Ratón. Tampoco podía creer que tuviera tanta memoria para acordarse de su promesa, y menos aún que pudiera roer la soga a semejante velocidad.
El rey de la selva, libre nuevamente, no volvió a burlarse jamás de los otros animales. Y, a partir de allí, tuvo un pequeño gran amigo: el Ratón.
Igual que el Ratón,
La vida siempre devuelve una buena acción.
Sobre el autor
Pocos datos se conocen sobre la vida de este grandioso fabulista, pero se sabe que Esopo nació en Frigia, Asia Menor, en el año 550 a. C. Fue un agudo observador del comportamiento humano y de la sociedad; inspiración de sus fábulas, que fueron recogidas por Demetrio de Falero, hacia el 300 a. C. y llegan hasta nuestros días. Sus moralejas no pierden valor.
Sobre el libro
Título: Fábulas de Esopo (El León y el Ratón)
Versión de: Delia Maunás
Editorial: Guadal, Buenos Aires, Argentina