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OBJETIVO GENERAL: Reconocer la importancia de la asimilación de valores de nuestra tradición nacional como el elemento de identificación y cohesión que permita el logro de una convivencia armónica.
OBJETIVO ESPECÍFICO: Analizar los valores que nos identifican como paraguayo/a según el artículo 24 de la Constitución Nacional.
ART. 24 DE LA CONSTITUCION NACIONAL
De la libertad religiosa e ideológica: Quedan reconocidas la libertad religiosa, la de culto y la ideológica, sin más limitaciones que las establecidas por esta Constitución y la ley. Ninguna confesión tendrá carácter oficial. Las relaciones del Estado con la Iglesia Católica se basan en la independencia, cooperación y autonomía. Se garantizan la independencia y autonomía de las iglesias y confesiones religiosas sin más limitaciones que las impuestas en esta Constitución y las leyes. Nadie puede ser molestado, indagado u obligado a declarar por causa de sus creencias o su ideología..
Este artículo constitucional consagra la libertad de toda persona a elegir y profesar la religión que le guste, garantizando esa libertad sin más limitaciones que las disposiciones de la ley. Establece además, que ninguna religión será oficial, sino que todas son iguales ante la ley; es una innovación, porque las anteriores constituciones declaraban religión oficial a la Católica Apostólica Romana. En la presente, sin embargo, consagra que la relación Estado Iglesia Católica se basa en la independencia, autonomía y cooperación; es decir, la posibilidad de trabajar en cooperación en diversos proyectos y programas de interés común, como por ejemplo, podría ser en proyectos de educación lucha contra los problemas sociales como la marginación, la extrema pobreza, los niños en situación de abandono o estado de necesidad, entre otros. Es importante resaltar la importancia de la última parte del artículo en el que se garantiza que nadie será molestado o indagado por causa de la religión que profesa o las ideologías con las que simpatiza, pues en tiempos no tan lejanos esas eran causales de persecución, encarcelamiento e incluso desapariciones y muertes de nuestros compatriotas.
LOS VALORES PROPIOS DE NUESTRO PUEBLO
Los paraguayos somos por naturaleza un pueblo creyente y muy devoto; nuestra cultura se caracteriza por el ropaje de la religión. Nuestros antepasados, los guaraníes eran politeístas; todo provenía de los dioses; todo hecho era una gracia o castigo de ellos. Tal vez esa es una de las principales herencias que nos dejaron. Como valores que nos caracterizan podemos citar: la hospitalidad. Propia de nuestra gente, pues con frecuencia escuchamos: donde comen dos, hay para tres. La solidaridad. Estamos siempre dispuestos a pasar la mano a nuestros semejantes. La sinceridad. En las relaciones sociales o amistosas que se reflejan en la conocida frase: para eso están los amigos y hasta un notorio orgullo de demostrar esa amistad, en frases como che amigo (mi amigo). La estructura familiar es fuerte y dominante en la que resalta el respeto a los mayores, el amor reverencial a los padres y demás miembros de la familia. La Austeridad. Es decir, tenemos una gran paciencia en la adversidad y muy poca ambición, a veces. Sin embargo, a pesar de los hermosos valores que nos caracterizan, tendemos a veces a ser contradictorios en nuestras acciones (sin incurrir en el error de generalizar). Por ejemplo: aquel que proclama la sinceridad y en el momento en que le corresponde descubrir o evitar una mentira simplemente guarda silencio. Estas son características que nos identifican como miembros de la nación paraguaya, un pueblo rico en valores, aun en estos tiempos en que las sociedades modernas se caracterizan por la pobreza de valores o, en muchos casos, la ausencia de ellos, nuestro pueblo sigue transmitiéndolos a las nuevas generaciones.
OBJETIVO ESPECÍFICO: Analizar los valores que nos identifican como paraguayo/a según el artículo 24 de la Constitución Nacional.
ART. 24 DE LA CONSTITUCION NACIONAL
De la libertad religiosa e ideológica: Quedan reconocidas la libertad religiosa, la de culto y la ideológica, sin más limitaciones que las establecidas por esta Constitución y la ley. Ninguna confesión tendrá carácter oficial. Las relaciones del Estado con la Iglesia Católica se basan en la independencia, cooperación y autonomía. Se garantizan la independencia y autonomía de las iglesias y confesiones religiosas sin más limitaciones que las impuestas en esta Constitución y las leyes. Nadie puede ser molestado, indagado u obligado a declarar por causa de sus creencias o su ideología..
Este artículo constitucional consagra la libertad de toda persona a elegir y profesar la religión que le guste, garantizando esa libertad sin más limitaciones que las disposiciones de la ley. Establece además, que ninguna religión será oficial, sino que todas son iguales ante la ley; es una innovación, porque las anteriores constituciones declaraban religión oficial a la Católica Apostólica Romana. En la presente, sin embargo, consagra que la relación Estado Iglesia Católica se basa en la independencia, autonomía y cooperación; es decir, la posibilidad de trabajar en cooperación en diversos proyectos y programas de interés común, como por ejemplo, podría ser en proyectos de educación lucha contra los problemas sociales como la marginación, la extrema pobreza, los niños en situación de abandono o estado de necesidad, entre otros. Es importante resaltar la importancia de la última parte del artículo en el que se garantiza que nadie será molestado o indagado por causa de la religión que profesa o las ideologías con las que simpatiza, pues en tiempos no tan lejanos esas eran causales de persecución, encarcelamiento e incluso desapariciones y muertes de nuestros compatriotas.
LOS VALORES PROPIOS DE NUESTRO PUEBLO
Los paraguayos somos por naturaleza un pueblo creyente y muy devoto; nuestra cultura se caracteriza por el ropaje de la religión. Nuestros antepasados, los guaraníes eran politeístas; todo provenía de los dioses; todo hecho era una gracia o castigo de ellos. Tal vez esa es una de las principales herencias que nos dejaron. Como valores que nos caracterizan podemos citar: la hospitalidad. Propia de nuestra gente, pues con frecuencia escuchamos: donde comen dos, hay para tres. La solidaridad. Estamos siempre dispuestos a pasar la mano a nuestros semejantes. La sinceridad. En las relaciones sociales o amistosas que se reflejan en la conocida frase: para eso están los amigos y hasta un notorio orgullo de demostrar esa amistad, en frases como che amigo (mi amigo). La estructura familiar es fuerte y dominante en la que resalta el respeto a los mayores, el amor reverencial a los padres y demás miembros de la familia. La Austeridad. Es decir, tenemos una gran paciencia en la adversidad y muy poca ambición, a veces. Sin embargo, a pesar de los hermosos valores que nos caracterizan, tendemos a veces a ser contradictorios en nuestras acciones (sin incurrir en el error de generalizar). Por ejemplo: aquel que proclama la sinceridad y en el momento en que le corresponde descubrir o evitar una mentira simplemente guarda silencio. Estas son características que nos identifican como miembros de la nación paraguaya, un pueblo rico en valores, aun en estos tiempos en que las sociedades modernas se caracterizan por la pobreza de valores o, en muchos casos, la ausencia de ellos, nuestro pueblo sigue transmitiéndolos a las nuevas generaciones.