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Y lo hacemos con suma alegría y un alto compromiso por exponer a la consideración del público lo nuestro, desde distintos ángulos y con distinto alcance.
Si bien es cierto que el patrimonio histórico es fundamental, también lo es el cultural y ni qué decir el natural.
En este momento en que a nivel mundial la Economía naranja* es uno de los principales motores del crecimiento cultural y social sustentable de los países, tener a la vista el importante patrimonio paraguayo es fundamental para el desarrollo económico de nuestros compatriotas.
Afortunadamente, el interés por lo nuestro ha ganado espacios tanto a nivel de autoridades como de entes privados, que posibilitan conocer esos lugares en los cuales se ha escrito nuestra tan rica historia, así como aquellos sitios naturales que, a pesar de estar al alcance de nuestras manos, no contaban con la infraestructura necesaria para recibir visitantes.
Hace unos años, era impensable visitar, por ejemplo, las cuevas naturales de Vallemí, ya sea porque no había rutas de todo tiempo o servicios de hotelería como lugares donde dormir o comer.
Sitios como la mítica laguna Ypoá, totalmente cercada por propiedades privadas, han ido abriéndose por la presión de la gente que busca conocerla de primera mano. De igual manera, podemos citar al cristalino arroyo Tagatiyá, en Concepción, o la espléndida laguna Blanca, en San Pedro.
En el último año, algunas zonas del Chaco paraguayo que han sido testigos de los combates de la guerra contra Bolivia, también se han reacondicionado y puestos en valor para recibir a los visitantes.
Tampoco pueden dejar de mencionarse las importantes ruinas jesuíticas, el boom turístico en sitios como Encarnación, las fiestas tradicionales de Tañarandy, en Semana Santa; las jineteadas en Misiones y el redescrubrimiento de los saltos de agua de nuestros ríos, como el Monday, el Salto Suizo, el Salto Minas, el Salto Cristal o el Carapá como atractivo de todo tiempo.
Recuerda
Economía naranja: se dice así del conjunto de actividades que están conformadas por las industrias creativas, culturales, de ocio, entretenimiento, contenido y de autor que al final generan riqueza a partir de su desarrollo.
Fuente: Banco Interamericano de Desarrollo, BID.