Un paso a la vez

El papá de Facundo lo encuentra malhumorado frente a una hoja en blanco, intentando escribir algo que no logra concretar. 

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Papá: Hola, Facu. ¿Por qué esa cara?, ¿ya estás cansado del colegio?

Facu: No es eso; es que debo escribir para mañana una reflexión sobre lo que fue el año escolar, una especie de exposición de mis ideas y sentimientos llegado a este punto.

Papá: ¿Y cuál es el problema? Siempre te ha sido fácil escribir lo que piensas.

Facu: El problema es que me vienen demasiadas ideas y sentimientos, y no sé cómo encarar en un escrito corto. Necesito encontrar alguna comparación o imagen que me permita simplificar todas las vivencias del año.

Papá: Es que tal vez no sea necesario mencionar todas las vivencias del año, sino solo aquellas más significativas.

Facu: Es que son muchas, papá…

Papá: Lo sé. Eres un chico muy apasionado, a quien le gusta estar a full en todo. ¿Te acuerdas cuando en las vacaciones de invierno fuimos al cerro Tres Kandu, en el Ybytyruzú?

Facu: ¡Claro! ¿A qué viene eso?

Papá: Esa puede ser una excelente comparación que puedes hacer sobre tus vivencias del año escolar.

Facu: ¿Cómo sería eso?

Papá: La comparación es muy simple: el comienzo de la subida al pico sería el inicio del año escolar y la llegada, el logro y cierre del mismo.

Facu: Eso pensé, pero tengo demasiadas cosas que quiero decir.

Papá: ¿Te pareció sencillo llegar a la cima del cerro? 

Facu: No.

Papá: Pues es lo mismo. Si bien fue increíble llegar a la cima, y poder sentir el aire fresco y puro, con esa vista estupenda que permite dominar todo el valle, lo que hizo realmente grande ese momento fue el poder vencer todos los obstáculos de la subida: las dificultades y peligros que conllevaba casi cada paso, el cansancio y la paciencia que se requirió para seguir paso a paso.

Facu: Ahora que lo mencionas, me viene en mente cada uno de los momentos de esa subida, así como los más intensos que vivimos este año: aquellos divertidos y otros no tanto, los que estuvieron cargados de dificultades, pero también de lindas experiencias de camaradería entre nosotros. Me diste una excelente idea, papá. Voy a comparar este año escolar con la subida al cerro. Me servirá como una muy buena comparación para comunicar todas las cosas que recorrimos juntos hasta llegar a este momento, a la meta.

Papá: ¡Me alegra que te sirva la idea, Facu! En efecto, la vida es siempre como una subida, con muchas dificultades, pero con el apoyo de la familia y los amigos, ese camino se vuelve no solo más llevadero, sino más divertido e interesante. No olvides nunca la importancia de ser un buen compañero y un buen amigo, hijo.

Facu: No lo olvidaré, papá. ¡Gracias!

Actividades

Escribe una memoria acerca de tu año escolar, de lo que ha significado en términos de dificultades y logros, alegrías y tristezas, pero, sobre todo, cómo lograste llegar al cierre del año.

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