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Entre esos seres casaccianos, hay algunos que luchan por cambiar su odiado destino, recurriendo a su propia imaginación. Veremos que Micaela, protagonista del cuento que leemos hoy, utiliza este recurso.
Qué sucede (argumento)Sin haber conseguido casarse, Micaela, está cerca de cumplir los cuarenta; vive en Asunción, con su padre viudo, su hermana Rosarito y una tía solterona. Las tres mujeres, a más de ser envidiosas y de trato agrio, no son bien parecidas y se pelean todo el tiempo. El padre, de carácter débil, carece de autoridad para gobernarlas y poner orden en la casa.
Esta angustiosa realidad desespera a Micaela. Presiente que si no encuentra el modo de cambiar la situación, para felicidad de las vecinas y de su propia familia, ella también será solterona. De improviso, casi sin calcularlo, halla una solución: inventa la existencia de un novio, lo que deja estupefactos a sus allegados. Temiendo que su mentira sea descubierta, dejándola expuesta a la burla de todos, Micaela agrega un ingrediente más a su creación: abandonará la casa y seguirá a su novio. Horrorizada, su familia intenta hacerla desistir de su decisión, pero sin éxito. Rescatada del opresivo entorno por su galán imaginario, Micaela deambula por el centro de Asunción y se sienta en el banco de una plaza. Ha resuelto que ahora no regresará; lo hará después, en caso de que no pueda sostenerse, diciendo que fue abandonada. Ya es noche cerrada, cuando emprende sola el encuentro con el porvenir.
Un fragmento del cuento
Micaela anuncia su noviazgo
¡Micaela había conseguido un novio! Don Abelardo Espinoza, blanco de pelo, enclenque, flaco, piel y hueso, contemplaba a su hija Micaela como si la viese por primera vez (...) Mientras su padre hablaba, Rosarito examinaba con atención la nariz ganchuda de su hermana, sus facciones irregulares y sin gracia, como si en ese rostro inexpresivo y feo hubiese de hallar una respuesta a su sorpresa. Hasta la tía Margarita, que vivía sólo para sí, encerrada en su egoísmo de solterona, levantó los ojos del plato que tenía delante, dirigiendo a su sobrina una escrutadora ojeada. Luego, frunció los labios con una sonrisa amarga y escéptica. ¡Si era broma, no dirían que ella había caído en el engaño! ¡Cómo no había de recelar, si en la familia era una tradición inexorable que las mujeres heredasen la soltería, como heredaban esa nariz en forma de gancho y los ojillos negros y sin brillo! (...) ¿De dónde ahora Micaela, rayando en los cuarenta venía a remover y alterar lo que ya se consideraba inconmovible e inalterable? Se hacía difícil creerle. Pero Micaela fingía tan bien una alegría de niña ilusionada, que la tía Margarita, pese a su incredulidad, terminó por creerla, y hasta le pareció que el sonido de su voz había cambiado, tomando un timbre más juvenil.
Casaccia, Gabriel.
(Lee el relato completo en El pozo, colección de cuentos)
Estructura: Quebrada. El relato comienza con la complicación, luego leemos la introducción, a través de retrospectivas; vuelta al nudo y el desenlace.
Descubrimos juntos que...
1. Micaela crea un novio, a partir del nombre y las características de alguien que se movía en el entorno. Su objetivo era salir de la monotonía.
2. Pero este novio imaginado llega a manejar la vida de Micaela, pues para sostener la historia de su noviazgo, ella resuelve abandonar su casa.
La chispa del lector
1. Acerca de Micaela:
a) La protagonista del relato incurre en una mentira. A propósito, expresa tu opinión sobre la actitud de la gente que defiende las mentiras blancas o mentiras piadosas, justificándolas porque no perjudican a nadie.
b) En la época de Micaela, a finales de la década de 1940, ser solterona para la sociedad asuncena era motivo de compasión y, para la persona, de baja autoestima. Escribe unas líneas acerca de la situación actual de este tema en la sociedad paraguaya.
2. Sobre el ambiente:
a) Marca en el plano del centro los posibles lugares donde ubicarías la casa de Micaela. Guíate en el texto, hacia la parte final.
b) Ubica, además, la plaza donde Micaela se sentó a meditar.
3. Acerca del desenlace:
Escribe el desenlace que quisieras darle al cuento, ya que Casaccia deja abierto el final.
Qué sucede (argumento)Sin haber conseguido casarse, Micaela, está cerca de cumplir los cuarenta; vive en Asunción, con su padre viudo, su hermana Rosarito y una tía solterona. Las tres mujeres, a más de ser envidiosas y de trato agrio, no son bien parecidas y se pelean todo el tiempo. El padre, de carácter débil, carece de autoridad para gobernarlas y poner orden en la casa.
Esta angustiosa realidad desespera a Micaela. Presiente que si no encuentra el modo de cambiar la situación, para felicidad de las vecinas y de su propia familia, ella también será solterona. De improviso, casi sin calcularlo, halla una solución: inventa la existencia de un novio, lo que deja estupefactos a sus allegados. Temiendo que su mentira sea descubierta, dejándola expuesta a la burla de todos, Micaela agrega un ingrediente más a su creación: abandonará la casa y seguirá a su novio. Horrorizada, su familia intenta hacerla desistir de su decisión, pero sin éxito. Rescatada del opresivo entorno por su galán imaginario, Micaela deambula por el centro de Asunción y se sienta en el banco de una plaza. Ha resuelto que ahora no regresará; lo hará después, en caso de que no pueda sostenerse, diciendo que fue abandonada. Ya es noche cerrada, cuando emprende sola el encuentro con el porvenir.
Un fragmento del cuento
Micaela anuncia su noviazgo
¡Micaela había conseguido un novio! Don Abelardo Espinoza, blanco de pelo, enclenque, flaco, piel y hueso, contemplaba a su hija Micaela como si la viese por primera vez (...) Mientras su padre hablaba, Rosarito examinaba con atención la nariz ganchuda de su hermana, sus facciones irregulares y sin gracia, como si en ese rostro inexpresivo y feo hubiese de hallar una respuesta a su sorpresa. Hasta la tía Margarita, que vivía sólo para sí, encerrada en su egoísmo de solterona, levantó los ojos del plato que tenía delante, dirigiendo a su sobrina una escrutadora ojeada. Luego, frunció los labios con una sonrisa amarga y escéptica. ¡Si era broma, no dirían que ella había caído en el engaño! ¡Cómo no había de recelar, si en la familia era una tradición inexorable que las mujeres heredasen la soltería, como heredaban esa nariz en forma de gancho y los ojillos negros y sin brillo! (...) ¿De dónde ahora Micaela, rayando en los cuarenta venía a remover y alterar lo que ya se consideraba inconmovible e inalterable? Se hacía difícil creerle. Pero Micaela fingía tan bien una alegría de niña ilusionada, que la tía Margarita, pese a su incredulidad, terminó por creerla, y hasta le pareció que el sonido de su voz había cambiado, tomando un timbre más juvenil.
Casaccia, Gabriel.
(Lee el relato completo en El pozo, colección de cuentos)
Estructura: Quebrada. El relato comienza con la complicación, luego leemos la introducción, a través de retrospectivas; vuelta al nudo y el desenlace.
Descubrimos juntos que...
1. Micaela crea un novio, a partir del nombre y las características de alguien que se movía en el entorno. Su objetivo era salir de la monotonía.
2. Pero este novio imaginado llega a manejar la vida de Micaela, pues para sostener la historia de su noviazgo, ella resuelve abandonar su casa.
La chispa del lector
1. Acerca de Micaela:
a) La protagonista del relato incurre en una mentira. A propósito, expresa tu opinión sobre la actitud de la gente que defiende las mentiras blancas o mentiras piadosas, justificándolas porque no perjudican a nadie.
b) En la época de Micaela, a finales de la década de 1940, ser solterona para la sociedad asuncena era motivo de compasión y, para la persona, de baja autoestima. Escribe unas líneas acerca de la situación actual de este tema en la sociedad paraguaya.
2. Sobre el ambiente:
a) Marca en el plano del centro los posibles lugares donde ubicarías la casa de Micaela. Guíate en el texto, hacia la parte final.
b) Ubica, además, la plaza donde Micaela se sentó a meditar.
3. Acerca del desenlace:
Escribe el desenlace que quisieras darle al cuento, ya que Casaccia deja abierto el final.