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La combustión de carburantes en los vehículos produce dos tipos de emisiones por el tubo de escape: uno es el anhídrido carbónico (CO2), inherente a todo proceso de combustión, como fruto del uso de carburantes y, el otro, está relacionado con los contaminantes que afectan la calidad del aire que, a su vez, dependen de la calidad de la combustión y los sistemas anticontaminación que posean los transportes.
En los motores diésel, con un litro de combustible quemado en el motor, salen por el tubo de escape 2,6 kg de CO2. Los científicos han demostrado que del CO2 que se emite a la atmósfera una parte se acumula en la misma, siendo el principal causante del denominado «efecto invernadero» que da lugar al conocido «cambio climático».
El efecto invernadero es fundamental para la vida en la Tierra, pues hace que su temperatura media sea de unos 15º C, pero el incremento de concentración de CO2 en la atmósfera por causa de la combustión de carburantes hace que dicha temperatura media tienda a subir, lo que puede ocasionar graves problemas a la humanidad, como modificación de la meteorología o incremento del nivel de los mares, sequías, entre otros.
De aquí que todos los países están implementando medidas para reducir el consumo de carburantes fósiles mediante campañas de promoción del uso de energías alternativas, como transportes públicos eléctricos, el uso eficiente de la energía y a través de programas de ahorro energético; pero también el usuario debe tomar conciencia de su responsabilidad, entre ellos, reducir el consumo de los vehículos nuevos, mayor utilización de los biocarburantes (biodiésel y bioetanol) e incorporar vehículos de menor consumo.
Las sustancias contaminantes se emiten en cantidades mucho más pequeñas que el CO2, pero al acumularse en la atmósfera afectan la calidad del aire y la salud de las personas.
Entre las sustancias contaminantes más importantes se encuentran el monóxido de carbono (CO), los hidrocarburos (HC), los óxidos de nitrógeno (NOx) y las partículas (PM) que son causantes de la opacidad de los humos.
De esta manera, por cada litro de carburante consumido, un colectivo del transporte público emite aproximadamente CO: 15 a 20 g, HC: 2 a 3 g, NOx: 5 a 8 g y partículas: 4 a 7 g.
Conviene mencionar también que algunas de las innovaciones tecnológicas que presentan los motores actuales reducen las emisiones contaminantes, pero aumentan ligeramente la emisión de CO2 al incidir en ligeros aumentos en el consumo de carburante.
Recuerda, anota y practica.
El Art. 6 de Ley N.º 5211/14 De calidad del aire, en el inciso «e» menciona: «Sancionar a los infractores declarados como tales por la Autoridad de Aplicación».El Art. 6 de Ley N.º 5211/14 De calidad del aire, en el inciso «e» menciona: «Sancionar a los infractores declarados como tales por la Autoridad de Aplicación».
Actividad
Responde.
a. ¿Por qué es importante preservar el medioambiente?
b. ¿Cuáles son los gases más nocivos que arrojan los transportes públicos y deterioran la calidad del ambiente y la salud?
Fuentes: Prevención Integral. 2018. Impacto del transporte en el medioambiente. Consultado 24.5.2019. Disponible en: https://bit.ly/2Xio3g3