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Los trabalenguas se componen de frases en las que aparecen palabras con sílabas reiterativas, que resultan difíciles de pronunciar.
La pronunciación y elaboración de los mismos produce en los niños gusto y deleite por el uso de la lengua y favorece su aprendizaje. Por eso, son muy valiosos para realizar los primeros acercamientos a una lengua.
Los trabalenguas son un juego que a la vez resulta terapéutico, pues ayuda a los niños a una correcta pronunciación, cuando presentan dificultad en la adquisición de esta habilidad. Su objetivo está en poder decirlos con claridad y rapidez, aumentando la velocidad sin dejar de pronunciar ninguna de las palabras ni cometer errores.
¡A repetir sin equivocación!
Buscaba el bosque Francisco,
un vasco bizco, muy brusco,
y al verlo le dijo un chusco,
¿Busca el bosque, vasco bizco?
Me han dicho un dicho,
que dicen que he dicho yo.
Ese dicho está mal dicho,
pues si yo lo hubiera dicho,
estaría mejor dicho,
que ese dicho que dicen
que algún día dije yo.
Teresa trajo tizas hechas trizas.
Papá, pon para Pepín pan.
Cuando cuentes cuentos,
cuenta cuantos cuentos cuentas,
porque si no cuentas cuantos cuentos cuentas,
nunca sabrás cuántos cuentos cuentas tú.
El que poco coco come,
poco coco compra;
el que con poca capa se tapa,
poca capa se compra.
Como yo, poco coco como,
poco coco compro,
y como con poca capa me tapo,
poca capa me compro.
El perro de San Roque
no tiene rabo
porque Ramón Ramírez
se lo ha robado.
El cielo está enladrillado
¿quién lo desenladrillará?
el desenladrillador
que lo desenladrille
buen desenladrillador será.
Paco Peco, chico rico,
le gritaba como loco
a su tío Federico.
Y este dijo: Poco a poco,
Paco Peco, ¡poco pico!
La pronunciación y elaboración de los mismos produce en los niños gusto y deleite por el uso de la lengua y favorece su aprendizaje. Por eso, son muy valiosos para realizar los primeros acercamientos a una lengua.
Los trabalenguas son un juego que a la vez resulta terapéutico, pues ayuda a los niños a una correcta pronunciación, cuando presentan dificultad en la adquisición de esta habilidad. Su objetivo está en poder decirlos con claridad y rapidez, aumentando la velocidad sin dejar de pronunciar ninguna de las palabras ni cometer errores.
¡A repetir sin equivocación!
Buscaba el bosque Francisco,
un vasco bizco, muy brusco,
y al verlo le dijo un chusco,
¿Busca el bosque, vasco bizco?
Me han dicho un dicho,
que dicen que he dicho yo.
Ese dicho está mal dicho,
pues si yo lo hubiera dicho,
estaría mejor dicho,
que ese dicho que dicen
que algún día dije yo.
Teresa trajo tizas hechas trizas.
Papá, pon para Pepín pan.
Cuando cuentes cuentos,
cuenta cuantos cuentos cuentas,
porque si no cuentas cuantos cuentos cuentas,
nunca sabrás cuántos cuentos cuentas tú.
El que poco coco come,
poco coco compra;
el que con poca capa se tapa,
poca capa se compra.
Como yo, poco coco como,
poco coco compro,
y como con poca capa me tapo,
poca capa me compro.
El perro de San Roque
no tiene rabo
porque Ramón Ramírez
se lo ha robado.
El cielo está enladrillado
¿quién lo desenladrillará?
el desenladrillador
que lo desenladrille
buen desenladrillador será.
Paco Peco, chico rico,
le gritaba como loco
a su tío Federico.
Y este dijo: Poco a poco,
Paco Peco, ¡poco pico!