S.O.S para los armadillos

Semanas atrás, ambientalistas de la Secretaría del Ambiente hicieron un viaje al Chaco, pero no de turismo... el objetivo era devolver a su hábitat un armadillo (tatú carreta) de más de 60 kg. Era importante esta misión, pues es uno de los animales en vías de extinción de nuestro país. Un hombre lo había comprado de indígenas que lo estaban comercializando como si fuera una mercadería cualquiera, sin conocer -quizás- que es uno de los representantes más curiosos de nuestra fauna.

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El nombre de armadillo es un diminutivo de “armado” y se debe a la armadura formada de huesos dérmicos que cubre la parte superior y los flancos de estos animales, y que constituye su singularísimo aspecto. Esta armadura es flexible, lo que les da la posibilidad de enrollarse completamente. En el cuerpo hay pocos pelos, que en algunas especies, sobresalen por las aberturas entre las placas. Durante las primeras semanas de su vida las crías tienen el cuerpo recubierto de escamas córneas -duras-; a continuación en la dermis inferior se van formando finos huesos que, al ir agrandándose con el animalito acaban por formar el mosaico de placas que caracteriza la coraza del adulto.


Las extremidades son cortas, muy robustas y musculosas, los dedos le sirven principalmente para excavar la tierra, tanto para buscar alimento como para construir las madrigueras en que viven, pero en caso de necesidad, los usan también para defenderse de los enemigos por medio de la fuga o enterrándose rápidamente. Son capaces de construir en menos de dos minutos una galería en un terreno tan duro que el hombre, para excavarlo, tendría que hacer uso de la pala o de la azada.

Tienen la cola larga, provista de escamas. Sus orejas y hocico son largos y sus ojos pequeños. Tienen un buen olfato, mientras que su sentido del gusto es limitado, ya que la lengua tiene pocas papilas gustativas; carecen de conos en la retina de los ojos y no tienen visión de colores.
Cuando excavan, utilizan tanto la nariz como las patas delanteras, y van acumulando la tierra extraída en montoncillos que luego arrojan a lo lejos con un golpe de las patas posteriores. Durante la excavación, contienen la respiración a veces hasta durante 6 minutos, impidiendo así que les entre la tierra en las vías respiratorias; esto pueden lograrlo gracias a la particular amplitud de sus bronquios y de la tráquea, que funcionan como reservas de aire.

El Chaco, hábitat del armadillo.

¿Y su dieta?
Los armadillos son omnívoros, comen de todo; son principalmente insectívoros, pero se alimentan también de pequeños vertebrados, como ratones, lagartijas y serpientes, así como de tubérculos, raíces, e incluso carroña. Tienen un aparato digestivo muy sencillo, el ciego es muy corto y hasta llega a faltarles. Durante el período de actividad, van trotando de aquí para allá emitiendo gruñidos, introduciendo la nariz en todas las grietas del suelo, en una continua búsqueda del alimento.

IDENTIKIT
Nombre común: Armadillo gigante
Nombre en guaraní: Tatú carreta
Rol ecológico: Dada su alimentación compuesta por hormigas, arañas, serpientes, carroña, gusanos y otros insectos, es un excelente regulador de las poblaciones naturales de los antes citados. Además, ingerir materia muerta, ayuda a la descomposición de la materia orgánica y al enriquecimiento del suelo.

Son principalmente nocturnos, pero dada su imperfecta capacidad de termorregulación (les es difícil mantener su temperatura), su actividad varía también en relación con la temperatura, de modo que en los meses más fríos pueden permanecer en la madriguera durante algunos días y salir solamente en las horas más calurosas.

Adaptación al medio
Si se espantan, huyen tan rápido que desaparecen literalmente ante los ojos del intruso y, una vez enterrados, es casi imposible extraerlos porque se apuntan fuertemente con la espalda y con las patas a las paredes y al techo de la galería. Cuando los atrapan, se repliegan sobre sí mismos para protegerse el vientre que es la parte más vulnerable.

Por qué están en peligro de extinción
Durante mucho tiempo fue perseguido para utilizarlo como alimento. Sin embargo, su mayor riesgo se debe a la acelerada destrucción de su hábitat. Como se sabe, son muchos los sitios en nuestro Chaco que han sufrido la inconsciente depredación del hombre, sobre todo de jojoba, el pastoreo o colonizaciones diversas.

Acciones que podemos tomar para la conservación de esta especie

- Evitar la caza continua del armadillo.
- Tomar en cuenta acciones que favorezcan su protección.
- Proteger la naturaleza en general.
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