Salimos al recreo

¡Qué emoción cuando escuchamos sonar el timbre o la campana de la escuela! Ese sonido nos indica que llegó el momento de hacer un alto en nuestro trabajo y salir a recrearnos un rato. Pero… ¿cómo aprovechamos este tiempo?

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Si vamos a jugar, hagámoslo sin correr como locos, atropellando a quien se nos cruza en el camino o chutando la pelota sin mirar hacia dónde, o empujando a otros compañeritos.

En el momento de ir a la cantina, formemos con tranquilidad la fila, sin empujar o adelantarnos a otros. Así la atención será más rápida y eficiente.

Si nos sentamos a charlar o si vamos a jugar, no dejemos de lado a ningún compañero.

Antes de entrar de nuevo a la clase, debemos beber agua e ir al baño con tiempo para no tener que pedir permiso e interrumpir la clase.

Al terminar de merendar, ¡la basura al basurero! Recuerda que estamos luchando contra el dengue y debemos mantener limpio nuestro espacio.

Limpiarnos la cara y lavarnos las manos antes de entrar al aula demuestran, no solo higiene, sino también respeto hacia los compañeros y el profesor. Para ello es importante que siempre llevemos al colegio una toallita.

Recordemos jugar en los lugares permitidos por las autoridades del colegio, respetando el espacio de los niños más pequeños.

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