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Ocurrió el verano pasado, muy cerca de la ciudad de Cuzco. Yo me había separado de un grupo de turistas y estaba solo, mirando de lejos unas ruinas de piedra, cuando un niño del lugar se acercó a pedirme que le regalara un bolígrafo. No podía dárselo porque estaba usándolo en no sé qué aburridas anotaciones, pero le dibujé un cerdito en la mano.
Rápidamente se corrió la voz. De buenas a primeras me encontré rodeado de un enjambre de niños que exigían, a grito pelado, que yo les dibujara bichos en sus manitas.
Y, entonces, en medio de aquel alboroto, llegó otro niño y me mostró un reloj dibujado con tinta en su muñeca. Me dijo que se lo había dibujado un tío suyo, que vivía en Lima. Yo le pregunté si andaba bien, a lo que él me contestó: «Pues no del todo. Se atrasa un poco».
Eduardo Galeano. Las palabras andantes. Madrid. Editorial Siglo XXI. 2004.
Para tener en cuenta
Al contar experiencias personales estamos haciendo una narración oral, por ende, debemos tener en cuenta la estructura de la misma:
a. Introducción. Se sitúan los hechos en un lugar y tiempo. Se presentan los personajes y se comienza a narrar los hechos.
b. Desarrollo. Se cuentan los sucesos vividos por los personajes.
c. Final. El cierre de la narración.
En la narración suele haber un personaje principal que es el protagonista cuando se cuentan cosas personales, como las anécdotas, por ejemplo, el narrador también es un personaje.
Cuando cuentas una experiencia personal tienes que:
1. Seleccionar lo más importante.
2. Contarlo de manera clara y ordenada.
3. No exageres ni alargues innecesariamente la narración.
4. No gesticules demasiado.
Para que tu narración sea clara y se entienda bien debes:
1. Mencionar el lugar donde ocurrió: en casa, un colectivo, la calle, el cole, entre otros.
2. Seguir un orden temporal y usar expresiones como estas: el otro día, ayer, esta noche, primero, después, al final.
Actividad
Aplica lo que aprendiste
Teniendo en cuenta lo que aprendiste narra la experiencia más divertida que hayas vivido últimamente.