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Capacidad: Describe la reproducción de las plantas con flores y sin ellas.
La reproducción es la capacidad que permite a los seres vivos perpetuarse generación tras generación, asegurando la continuidad de la especie.
Tipos de reproducción
Los dos tipos de reproducción de los seres vivos son asexual y sexual.
- La reproducción asexual: llamada también agámica o vegetativa consiste en que un individuo se desprende de una parte de su cuerpo (conjunto de células o una sola), de la que resulta un nuevo individuo o varios, completos e iguales. Se obtienen copias idénticas del organismo progenitor.
- La reproducción sexual: llamada también gámica o generativa, consiste en la intervención de unas células diferenciadas, los gametos o células sexuales que generalmente producen dos individuos diferentes, destinadas a unirse para formar una sola célula llamada cigoto que, tras sucesivas divisiones celulares, dará un nuevo ser semejante (no idéntico) a sus progenitores.
La reproducción sexual parece haber introducido ventajas sobre la asexual, pues los seres más evolucionados han adoptado preferentemente la primera.
En las plantas, dado su menor grado de diferenciación, se presenta reproducción asexual incluso en los grupos más evolucionados. Se llama también multiplicación vegetativa, puesto que no participan órganos reproductores. Cualquier parte del vegetal que contenga yemas puede formar un nuevo individuo.
Las formas más frecuentes son:
-Por estolones: son ramas que crecen próximas al suelo y que poseen varias yemas; de cada una de ellas se diferencia una raíz que se ancla en el suelo y un tallo que crece hacia arriba; por ejemplo, fresas y gramíneas.
-Por rizomas: son tallos subterráneos horizontales con sustancias de reserva. Tienen hojas modificadas, en cuyas axilas hay yemas que desarrollan tallos aéreos, y cada uno echa sus raíces, como individuos independientes; por ejemplo, el lirio, la grama, etc.
-Por bulbos: son tallos subterráneos cortos rodeados de hojas muy gruesas dispuestas en capas. El bulbo se multiplica en otros menores a partir de las axilas de estas hojas; por ejemplo, cebolla, tulipán, etc.
-Por tubérculos: son tallos engrosados por sustancias de reserva, con abundantes yemas. Cuando la planta desaparece, los tubérculos producen nuevos individuos; por ejemplo, la papa.
-Por renuevos de raíz: se trata de raíces con yemas, a partir de las cuales se desarrollan tallos aéreos que surgen bajo la tierra. El algarrobo o el álamo forman nuevos individuos alrededor de la base del tronco.
Por esquejes artificiales: se da cuando un fragmento de una planta que contenga yemas se trasplanta y dará lugar a un nuevo individuo.
La reproducción de las plantas: ciclos biológicos
En los musgos, la imagen familiar corresponde a las ramitas verdes llamadas gametófitos; el esporofito se desarrolla sobre el gametofito, constituyendo una misma planta. Las esporas se forman en los esporangios con forma de cápsula situados en el extremo de largos filamentos del esporofito y caen al suelo húmedo para germinar y dar lugar al gametofito, componiendo una especie de césped. Este tiene tallitos masculinos y femeninos. En los extremos de los tallitos se encuentran los órganos sexuales masculinos que forman espermatozoides flagelados, que nadan en el agua del rocío hasta entrar en los órganos reproductores femeninos. En el interior de estos se fecunda el óvulo y, a partir del cigoto, se desarrolla un nuevo esporofito sobre el mismo gametofito femenino y el ciclo se repite.
En los helechos, el esporofito es una planta grande e independiente del gametofito. En realidad es lo que habitualmente conocemos como helecho. En la cara inferior de sus frondes se encuentran unas estructuras llamadas soros que contienen los esporangios, que se abren y dejan escapar las esporas. Transportadas por el viento, caen al suelo húmedo, donde germinan para dar el gametofito, una estructura en forma de lámina acorazonada, de no más de un par de centímetros. Este contiene los órganos sexuales masculinos, de los que salen los espermatozoides nadando en el rocío hasta alcanzar la ovocélula en el interior del órgano sexual femenino; tras la fecundación, el cigoto desarrolla un pequeño embrión, que dará un nuevo esporofito, que es la planta del helecho que conocemos, y el gametofito desaparece.
En las espermafitas, las plantas con flores y semillas, el esporofito correspondiente a lo que conocemos como la planta es lo único que podemos ver a simple vista (árbol, arbusto, etc.). Se dividen en dos grandes grupos.
-Las angiospermas tienen flores típicas, generalmente hermafroditas, los órganos masculinos o estambres y los femeninos o carpelos. Estambres y carpelos corresponden en realidad a las estructuras protectoras de los esporangios masculinos (sacos polínicos) y femeninos (óvulos), que producen esporas masculinas o microsporas (grano de polen) y esporas femeninas o macrosporas (saco embrionario), respectivamente.
Las esporas dan lugar a un gametofito de vida extraordinariamente corta, que inmediatamente produce los gametos. Los granos de polen han de ser conducidos por la polinización hasta los órganos femeninos, para que pueda realizarse la fecundación, tras lo cual, se forma un embrión protegido por la semilla que dará un nuevo individuo.
-Las gimnospermas (pino, ciprés, etc.) tienen flores unisexuales, sin corola, protegidas por escamas duras (brácteas), que forman la piña. Por lo demás, el ciclo es, en líneas generales, similar al de las angiospermas.
La reproducción es la capacidad que permite a los seres vivos perpetuarse generación tras generación, asegurando la continuidad de la especie.
Tipos de reproducción
Los dos tipos de reproducción de los seres vivos son asexual y sexual.
- La reproducción asexual: llamada también agámica o vegetativa consiste en que un individuo se desprende de una parte de su cuerpo (conjunto de células o una sola), de la que resulta un nuevo individuo o varios, completos e iguales. Se obtienen copias idénticas del organismo progenitor.
- La reproducción sexual: llamada también gámica o generativa, consiste en la intervención de unas células diferenciadas, los gametos o células sexuales que generalmente producen dos individuos diferentes, destinadas a unirse para formar una sola célula llamada cigoto que, tras sucesivas divisiones celulares, dará un nuevo ser semejante (no idéntico) a sus progenitores.
La reproducción sexual parece haber introducido ventajas sobre la asexual, pues los seres más evolucionados han adoptado preferentemente la primera.
En las plantas, dado su menor grado de diferenciación, se presenta reproducción asexual incluso en los grupos más evolucionados. Se llama también multiplicación vegetativa, puesto que no participan órganos reproductores. Cualquier parte del vegetal que contenga yemas puede formar un nuevo individuo.
Las formas más frecuentes son:
-Por estolones: son ramas que crecen próximas al suelo y que poseen varias yemas; de cada una de ellas se diferencia una raíz que se ancla en el suelo y un tallo que crece hacia arriba; por ejemplo, fresas y gramíneas.
-Por rizomas: son tallos subterráneos horizontales con sustancias de reserva. Tienen hojas modificadas, en cuyas axilas hay yemas que desarrollan tallos aéreos, y cada uno echa sus raíces, como individuos independientes; por ejemplo, el lirio, la grama, etc.
-Por bulbos: son tallos subterráneos cortos rodeados de hojas muy gruesas dispuestas en capas. El bulbo se multiplica en otros menores a partir de las axilas de estas hojas; por ejemplo, cebolla, tulipán, etc.
-Por tubérculos: son tallos engrosados por sustancias de reserva, con abundantes yemas. Cuando la planta desaparece, los tubérculos producen nuevos individuos; por ejemplo, la papa.
-Por renuevos de raíz: se trata de raíces con yemas, a partir de las cuales se desarrollan tallos aéreos que surgen bajo la tierra. El algarrobo o el álamo forman nuevos individuos alrededor de la base del tronco.
Por esquejes artificiales: se da cuando un fragmento de una planta que contenga yemas se trasplanta y dará lugar a un nuevo individuo.
La reproducción de las plantas: ciclos biológicos
En los musgos, la imagen familiar corresponde a las ramitas verdes llamadas gametófitos; el esporofito se desarrolla sobre el gametofito, constituyendo una misma planta. Las esporas se forman en los esporangios con forma de cápsula situados en el extremo de largos filamentos del esporofito y caen al suelo húmedo para germinar y dar lugar al gametofito, componiendo una especie de césped. Este tiene tallitos masculinos y femeninos. En los extremos de los tallitos se encuentran los órganos sexuales masculinos que forman espermatozoides flagelados, que nadan en el agua del rocío hasta entrar en los órganos reproductores femeninos. En el interior de estos se fecunda el óvulo y, a partir del cigoto, se desarrolla un nuevo esporofito sobre el mismo gametofito femenino y el ciclo se repite.
En los helechos, el esporofito es una planta grande e independiente del gametofito. En realidad es lo que habitualmente conocemos como helecho. En la cara inferior de sus frondes se encuentran unas estructuras llamadas soros que contienen los esporangios, que se abren y dejan escapar las esporas. Transportadas por el viento, caen al suelo húmedo, donde germinan para dar el gametofito, una estructura en forma de lámina acorazonada, de no más de un par de centímetros. Este contiene los órganos sexuales masculinos, de los que salen los espermatozoides nadando en el rocío hasta alcanzar la ovocélula en el interior del órgano sexual femenino; tras la fecundación, el cigoto desarrolla un pequeño embrión, que dará un nuevo esporofito, que es la planta del helecho que conocemos, y el gametofito desaparece.
En las espermafitas, las plantas con flores y semillas, el esporofito correspondiente a lo que conocemos como la planta es lo único que podemos ver a simple vista (árbol, arbusto, etc.). Se dividen en dos grandes grupos.
-Las angiospermas tienen flores típicas, generalmente hermafroditas, los órganos masculinos o estambres y los femeninos o carpelos. Estambres y carpelos corresponden en realidad a las estructuras protectoras de los esporangios masculinos (sacos polínicos) y femeninos (óvulos), que producen esporas masculinas o microsporas (grano de polen) y esporas femeninas o macrosporas (saco embrionario), respectivamente.
Las esporas dan lugar a un gametofito de vida extraordinariamente corta, que inmediatamente produce los gametos. Los granos de polen han de ser conducidos por la polinización hasta los órganos femeninos, para que pueda realizarse la fecundación, tras lo cual, se forma un embrión protegido por la semilla que dará un nuevo individuo.
-Las gimnospermas (pino, ciprés, etc.) tienen flores unisexuales, sin corola, protegidas por escamas duras (brácteas), que forman la piña. Por lo demás, el ciclo es, en líneas generales, similar al de las angiospermas.