Cargando...
López nació en el barrio Manorá, Asunción, el 4 de noviembre de 1790. Inició cursos de Filosofía y Teología en el Real Seminario de San Carlos por decisión de sus padres, que luego abandonó para estudiar Derecho. Tras doctorarse en Jurisprudencia, fue catedrático de dicha institución. Por las hostiles relaciones con su tío (el Dr. Francia), que en aquella época era el dictador, se mantuvo oculto por varios años.Igualmente, adquirió un profundo conocimiento de la ley y asuntos gubernamentales que, a la muerte de Francia en 1840, luego del breve gobierno de la junta provisoria que dirigió el país entre 1840 y 1841, fue elegido cónsul junto con el teniente Mariano Roque Alonso, función desempeñada entre 1841 y 1844.
El 14 de marzo de 1844, reunido el Congreso, se dio por terminado el Gobierno Consular y se dio paso al gobierno de la República, siendo elegido Don Carlos Antonio López primer Presidente Constitucional de la República por el período 1844-1854.
Fue reelegido en dos oportunidades: el siguiente (1854-1857) y otra por diez años (1857-1867). Esta tercera etapa de su presidencia no se pudo completar por su fallecimiento, el 10 de setiembre de 1862. Aunque era un presidente actuando bajo una constitución republicana, gobernó despóticamente. Su gobierno fue dirigido al desarrollo de los recursos materiales, dotó al país de una nueva constitución y un ejército moderno.
Los aportes más importantes de su gobierno fueron:
- El primer tramo del Ferrocarril Nacional (uno de los primeros de Sudamérica).
- La creación de la Flota Nacional.
- Las fundiciones de Hierro de Ybycuí.
- El desarrollo del Arsenal.
- El incremento de la producción y el comercio. Se firmaron tratados comerciales con Francia, Estados Unidos y el Reino Unido.
- La creación de más de 300 escuelas, declarándose la enseñanza gratuita y obligatoria.
- La creación del Himno Nacional.
- La reforma de la agricultura.
- La concesión de la ciudadanía a los indígenas.
- La fundación del periódico El Paraguayo Independiente, a instancias suyas.
- La reorganización completa de la Administración Pública, con un mayor presupuesto.
- La instalación de imprentas.
- El resurgimiento de la vida social.
- El afianzamiento de las fronteras paraguayas, así como el reconocimiento de su independencia a nivel internacional.
En salvaguarda de nuestra independencia, cuidaba los acercamientos extranjeros detalle que en ocasiones lo envolvieron en disputas diplomáticas con Brasil, Inglaterra y Estados Unidos, hasta el borde de la guerra, pero cada vez que esto sucedía se redimía por medio de audaces evasiones.
A su muerte, su primogénito Francisco Solano López (1826-1870), ya con experiencias en cargos de responsabilidad, asume la presidencia del país.
Fuente: Luis Verón - MEC Digital
El 14 de marzo de 1844, reunido el Congreso, se dio por terminado el Gobierno Consular y se dio paso al gobierno de la República, siendo elegido Don Carlos Antonio López primer Presidente Constitucional de la República por el período 1844-1854.
Fue reelegido en dos oportunidades: el siguiente (1854-1857) y otra por diez años (1857-1867). Esta tercera etapa de su presidencia no se pudo completar por su fallecimiento, el 10 de setiembre de 1862. Aunque era un presidente actuando bajo una constitución republicana, gobernó despóticamente. Su gobierno fue dirigido al desarrollo de los recursos materiales, dotó al país de una nueva constitución y un ejército moderno.
Los aportes más importantes de su gobierno fueron:
- El primer tramo del Ferrocarril Nacional (uno de los primeros de Sudamérica).
- La creación de la Flota Nacional.
- Las fundiciones de Hierro de Ybycuí.
- El desarrollo del Arsenal.
- El incremento de la producción y el comercio. Se firmaron tratados comerciales con Francia, Estados Unidos y el Reino Unido.
- La creación de más de 300 escuelas, declarándose la enseñanza gratuita y obligatoria.
- La creación del Himno Nacional.
- La reforma de la agricultura.
- La concesión de la ciudadanía a los indígenas.
- La fundación del periódico El Paraguayo Independiente, a instancias suyas.
- La reorganización completa de la Administración Pública, con un mayor presupuesto.
- La instalación de imprentas.
- El resurgimiento de la vida social.
- El afianzamiento de las fronteras paraguayas, así como el reconocimiento de su independencia a nivel internacional.
En salvaguarda de nuestra independencia, cuidaba los acercamientos extranjeros detalle que en ocasiones lo envolvieron en disputas diplomáticas con Brasil, Inglaterra y Estados Unidos, hasta el borde de la guerra, pero cada vez que esto sucedía se redimía por medio de audaces evasiones.
A su muerte, su primogénito Francisco Solano López (1826-1870), ya con experiencias en cargos de responsabilidad, asume la presidencia del país.
Fuente: Luis Verón - MEC Digital