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El insulto, la mentira, la desobediencia son solo algunos síntomas que se dan con los niños con problemas de conducta, muchos de ellos pueden llegar a maltratar a sus progenitores.
Es posible corregir estas conductas siguiendo algunas pautas.
Vínculos afectivos
Mantener vínculos afectivos fuertes con los hijos permite esta cerca de ellos y ganar su confianza y con ello permite fomentar buenas conductas en los chicos en los momentos compartidos. Jugar con ellos, estar atentos a su actuar y aplicar los correctivos necesarios desde temprana edad es lo recomendable.
La misma frecuencia
El clásico ejemplo del emisor-receptor se da en la relación padres-hijos y en muchos casos los padres al conversar con sus niños no utilizan vocabulario comprensible.
Constancia y coherencia en el actuar
Una de las acciones más difíciles para los padres es la de mantener las decisiones en el tiempo, es así que si hoy expresan que es incorrecto alzar los pies en la mesa esto seguirá los padres siendo incorrecto con el paso del tiempo, por otro lado, y siguiendo con el mismo ejemplo, no pueden alzar los pies en la mesa de la sala a la hora de ver el fútbol o las telenovela.
Unidad de criterio
Es importante que tanto en la casa, la escuela y la familia se apliquen los mismos criterios educativos, por ello nunca esta demás una visita de los padres a la escuela de manera a unificar los mismos y no generar confusión en el chico con orientaciones contradictorias. Por otro lado, resulta dañino el descrédito mutuo que en algunas ocasiones se suele dar entre padres y profesores delante del chico; de existir algún reclamo de alguna de las partes lo recomendable es llamar a una reunión y discutirlo a fin de llegar a una solución.
Actividades recomendables
. Excursiones al aire libre. Salir con los niños para visitar un parque, zoológico o algún lago siempre es una actividad reconfortante, los niños con problemas de conducta suelen tener dificultades para ver lo hermoso de la naturaleza.
. Ejercicios. Saltar, hacer flexiones y trotar son fundamentales para ayudar a un niño con problemas de conducta que necesite control y relajación. La ira y la negatividad se liberan con las exigencias físicas del ejercicio. Los padres no deben usar el ejercicio como un castigo, ya que el niño podría enojarse cuando se lo sugiere.