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Lic. Mirtha Ovelar, MSc
CAPACIDAD: Practica técnica de primeros auxilios en casos de quemaduras y heridas.
Primeros auxilios ante una herida
Lo primero que hay que hacer es detener la hemorragia y prevenir la infección.
Acto seguido, hacer una evaluación del paciente, viendo si hay alteraciones vitales como la respiración o el pulso.
Habrá que ver si el enfermo tiene alguna enfermedad, alergia, si toma medicamentos, si no se ha vacunado de la antitetánica en los últimos 10 años, si se ve que la herida ha de ser suturada, etc., ya que en caso afirmativo, se deberá avisar a un médico.
Una vez que el paciente ha sido estabilizado, centrarse en la herida, tratando de conocer el tiempo transcurrido desde su producción, cuál ha sido su causa y si hay o no posibilidad de cuerpos extraños en ella.
Para medir la gravedad de las heridas, es preciso tener en cuenta las siguientes características:
La profundidad, la localización y la extensión de las heridas, que pueden ser:
1. Heridas abiertas: en este tipo de heridas se observa la separación de los tejidos blandos. Tienden a infectarse fácilmente. Se debe medir la gravedad teniendo en cuenta la profundidad, la localización y la extensión de las heridas para decidir si acudir o no al médico.
2. Heridas cerradas: son aquellas en las que aparentemente no hay lesión, sin embargo, la hemorragia se acumula debajo de la piel, en cavidades o vísceras. Aunque aparentemente no ha sucedido nada, las lesiones internas pueden ser de gravedad. Ocurre generalmente cuando la persona herida manifiesta mucho dolor, aunque la herida no parezca tan importante. En este caso, se recomienda acudir a un centro asistencial para ser atendido por un médico inmediatamente.
3. Heridas simples: son heridas que afectan la piel, sin ocasionar daño en órganos importantes: rasguños, heridas pequeñas y arañazos. Estas pueden ser curadas en casa con ayuda de un botiquín.
4. Heridas complicadas: son heridas extensas y profundas con hemorragia abundante; generalmente hay lesiones en músculos, tendones, nervios, vasos sanguíneos, órganos internos y puede o no existir perforación visceral.
Cómo tratar las heridas que no son de gravedad en casa.
1. Contusiones ("golpes"): es de utilidad aplicar frío y calor a estas lesiones. Por regla general, tener presente que en las primeras 24 horas se debe aplicar frío (vasoconstricción, que frena el hematoma y reduce la hinchazón y el dolor), y luego aplicar calor, ya que ayuda a reabsorber el hematoma. Para evitar secuelas dolorosas, se recomienda reposo y analgésicos en casos de fuertes golpes.
2. Escoriaciones ("raspones"): es importante estar atentos porque en algunos casos el "raspón" puede ser la puerta de entrada de una infección, o tétanos. Se debe limpiar la herida haciendo correr sobre la escoriación abundante líquido estéril (solución fisiológica) si lo tenemos o agua limpia y jabón, aunque sea molesto y duela un poco. Si no es muy sangrante, puede dejarse al aire, colocando alguna pomada antibiótica. Si, por otro lado, la herida sangra profusamente o se la ve profunda, debemos cubrirla preferentemente con un apósito grueso que, a diferencia de la gasa seca, no se pega. De continuar el sangrado, la asistencia profesional es necesaria.
En todos los hogares es necesaria e imprescindible la existencia de un sencillo botiquín.
Guardado en un lugar seguro, fuera del alcance de los niños, pero de fácil acceso, puede ayudarnos en momentos en los que alguien sufra un accidente casero, como una quemadura, un corte, una herida, a sanarlo hasta que, en caso de necesidad, llega la asistencia médica.
Es muy fácil de armar. Solo hay que tener los siguientes materiales:
1. Gasa estéril.
2. Líquido desinfectante, antiséptico a base de yodo.
3. Tela o cinta adhesiva.
4. Gasas furasinadas (si se puede).
5. Vendaje elástico para cubrir lesiones en la muñeca, el tobillo, la rodilla y el codo.
6. Tijeras y unas pinzas.
7. Jabón.
8. Guantes de plástico.
9. Algodón estéril.
10. Manual de primeros auxilios.
Estos materiales se pueden colocar en una caja señalada con una cruz de color rojo para que todos sepan que es un botiquín.
Epígrafe: Tener presente la profundidad, la localización y la extensión de las heridas.
Epígrafe: Contusiones ("golpes"): es de utilidad aplicar frío y calor a estas lesiones.
Epígrafe: Botiquín de primeros auxilios.
Actividades
1-Describe los tipos de heridas atendiendo la profundidad, la localización y la extensión de las mismas.
2-Explica cómo se deben tratar las heridas que no son de gravedad, en casa.
CAPACIDAD: Practica técnica de primeros auxilios en casos de quemaduras y heridas.
Primeros auxilios ante una herida
Lo primero que hay que hacer es detener la hemorragia y prevenir la infección.
Acto seguido, hacer una evaluación del paciente, viendo si hay alteraciones vitales como la respiración o el pulso.
Habrá que ver si el enfermo tiene alguna enfermedad, alergia, si toma medicamentos, si no se ha vacunado de la antitetánica en los últimos 10 años, si se ve que la herida ha de ser suturada, etc., ya que en caso afirmativo, se deberá avisar a un médico.
Una vez que el paciente ha sido estabilizado, centrarse en la herida, tratando de conocer el tiempo transcurrido desde su producción, cuál ha sido su causa y si hay o no posibilidad de cuerpos extraños en ella.
Para medir la gravedad de las heridas, es preciso tener en cuenta las siguientes características:
La profundidad, la localización y la extensión de las heridas, que pueden ser:
1. Heridas abiertas: en este tipo de heridas se observa la separación de los tejidos blandos. Tienden a infectarse fácilmente. Se debe medir la gravedad teniendo en cuenta la profundidad, la localización y la extensión de las heridas para decidir si acudir o no al médico.
2. Heridas cerradas: son aquellas en las que aparentemente no hay lesión, sin embargo, la hemorragia se acumula debajo de la piel, en cavidades o vísceras. Aunque aparentemente no ha sucedido nada, las lesiones internas pueden ser de gravedad. Ocurre generalmente cuando la persona herida manifiesta mucho dolor, aunque la herida no parezca tan importante. En este caso, se recomienda acudir a un centro asistencial para ser atendido por un médico inmediatamente.
3. Heridas simples: son heridas que afectan la piel, sin ocasionar daño en órganos importantes: rasguños, heridas pequeñas y arañazos. Estas pueden ser curadas en casa con ayuda de un botiquín.
4. Heridas complicadas: son heridas extensas y profundas con hemorragia abundante; generalmente hay lesiones en músculos, tendones, nervios, vasos sanguíneos, órganos internos y puede o no existir perforación visceral.
Cómo tratar las heridas que no son de gravedad en casa.
1. Contusiones ("golpes"): es de utilidad aplicar frío y calor a estas lesiones. Por regla general, tener presente que en las primeras 24 horas se debe aplicar frío (vasoconstricción, que frena el hematoma y reduce la hinchazón y el dolor), y luego aplicar calor, ya que ayuda a reabsorber el hematoma. Para evitar secuelas dolorosas, se recomienda reposo y analgésicos en casos de fuertes golpes.
2. Escoriaciones ("raspones"): es importante estar atentos porque en algunos casos el "raspón" puede ser la puerta de entrada de una infección, o tétanos. Se debe limpiar la herida haciendo correr sobre la escoriación abundante líquido estéril (solución fisiológica) si lo tenemos o agua limpia y jabón, aunque sea molesto y duela un poco. Si no es muy sangrante, puede dejarse al aire, colocando alguna pomada antibiótica. Si, por otro lado, la herida sangra profusamente o se la ve profunda, debemos cubrirla preferentemente con un apósito grueso que, a diferencia de la gasa seca, no se pega. De continuar el sangrado, la asistencia profesional es necesaria.
En todos los hogares es necesaria e imprescindible la existencia de un sencillo botiquín.
Guardado en un lugar seguro, fuera del alcance de los niños, pero de fácil acceso, puede ayudarnos en momentos en los que alguien sufra un accidente casero, como una quemadura, un corte, una herida, a sanarlo hasta que, en caso de necesidad, llega la asistencia médica.
Es muy fácil de armar. Solo hay que tener los siguientes materiales:
1. Gasa estéril.
2. Líquido desinfectante, antiséptico a base de yodo.
3. Tela o cinta adhesiva.
4. Gasas furasinadas (si se puede).
5. Vendaje elástico para cubrir lesiones en la muñeca, el tobillo, la rodilla y el codo.
6. Tijeras y unas pinzas.
7. Jabón.
8. Guantes de plástico.
9. Algodón estéril.
10. Manual de primeros auxilios.
Estos materiales se pueden colocar en una caja señalada con una cruz de color rojo para que todos sepan que es un botiquín.
Epígrafe: Tener presente la profundidad, la localización y la extensión de las heridas.
Epígrafe: Contusiones ("golpes"): es de utilidad aplicar frío y calor a estas lesiones.
Epígrafe: Botiquín de primeros auxilios.
Actividades
1-Describe los tipos de heridas atendiendo la profundidad, la localización y la extensión de las mismas.
2-Explica cómo se deben tratar las heridas que no son de gravedad, en casa.