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Ella solo siguió el camino trazado por tantas mujeres que habitaron las tierras paraguayas. Desde las españolas Isabel de Guevara y Jesusa de Bocanegra, quienes en la colonia defendieron sus derechos y proporcionaron educación; las miles de mujeres indígenas que llevaron en su vientre la semilla del nuevo Paraguay, fruto del mestizaje; las valientes residentas y las brillantes reconstructoras de la sociedad paraguaya desde la familia y educación.
Todas ellas marcaron un camino y abrieron las compuertas de una marea incontenible: el aporte fundamental para que el país se sostenga y recupere, de a poco al menos, su dignidad y destino.
Serafina nació en la anterior Ajos, hoy Cnel. Oviedo, en 1883, apenas unos años luego de que finalizara la Guerra Guasu. Al trasladarse a Asunción, siguió los estudios en la capital hasta terminar en la Escuela Normal de Maestras, luego de lo cual fundó la Escuela Mercantil de Niñas, en 1904.
Falleció en la más absoluta humildad y sus restos encontraron descanso en el cementerio de La Recoleta.
Su labor, tan importante, le sobrevivió y hoy puede decirse que el camino que ella abrió se encuentra despejado, aunque todavía con vallas que deben ser derribadas para construir la sociedad justa que todo ser de bien busca.
En 1907 se recibió de doctora en Derecho, con apenas 24 años y, en 1908, ya ocupaba el puesto de miembro del Superior Tribunal de Justicia, anterior denominación de la Corte Suprema de Justicia, cargo que nunca antes había sido de una mujer. De hecho, Serafina fue la primera abogada.
Su tesis, nominada Humanismo, por ejemplo, en un párrafo de su obra expresaba lo siguiente: «Si queremos construir un país verdaderamente democrático en que la libertad, justicia e igualdad sean hermosas realidades, debemos empezar por organizar el hogar sobre la base de una perfecta igualdad».
Si prestamos atención a sus palabras, podemos entender por qué Serafina es considerada no solamente como una de las primeras feministas o activistas del feminismo, sino también una adelantada en su tiempo, ya que sus temas eran de gran actualidad.
Actividades
1. En clase reflexiona sobre el fragmento de la tesis de Serafina y define con los compañeros, en plenaria, el alcance y la dimensión de esas palabras tan actuales. Identifica los valores y su alcance.
2. Por último, en grupos sugieran acciones para cumplir los desafíos.