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Inclusión: responsabilidad social
El proceso de inclusión sostiene una serie de principios en defensa de la diversidad, valorando las diferencias y reconociendo su importancia dentro del grupo social.
La corresponsabilidad entre los diferentes sectores del Estado y la sociedad civil es de suma necesidad para la construcción de ambientes inclusivos.
Para la inclusión, la escuela debe estar preparada para recibir a cualquier tipo de alumno, lo que implica la toma de conciencia del valor de la diversidad en el Proyecto Educativo Institucional (PEI).
La optimización de los recursos, el diseño de prácticas efectivas, el valor del aprendizaje social y la flexibilidad curricular.
La maestra es la pieza fundamental en la construcción de escuelas inclusivas, es quien ejerce el inapreciable rol de dar respuesta de calidad.
El docente debe conocer y comprender que los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo están en las aulas inclusivas, porque se considera que es el mejor espacio educativo para que puedan asimilar modelos válidos.
Enseñar en la diversidad demanda del maestro habilidades técnicas como actitudinales, un gran carisma y pleno compromiso.
El plantel docente moviliza los recursos del centro educativo y el entorno comunitario local para sostener el aprendizaje activo de todos.
Razones para la inclusión
Derechos humanos
1. Todos los niños y las niñas tienen derecho a estudiar juntos.
2. No existen razones legítimas para separar a los niños en la educación.
3. Ningún estudiante debe ser discriminado, separando o excluyéndolo por ser diferente.
Educación de calidad
1. Las investigaciones demuestran que existe un mayor beneficio académico y social en ambientes escolares inclusivos.
2. El compromiso y apoyo, al estar garantizados, convierte a la educación inclusiva en el modo más eficiente de empleo de los recursos educativos.
Sentido social
1. La segregación origina y fomenta prejuicios.
2. La escuela es el espacio de socialización de los niños, por excelencia, en la que se desarrollan las relaciones sociales que los prepara para vivir en sociedad
3. Los ambientes escolares inclusivos tienen el potencial de fomentar la confianza, la valoración y el reconocimiento de los otros seres humanos en el marco del respeto y la comprensión
En las escuelas inclusivas, toda la comunidad educativa se ve favorecida con la promoción de la autoestima, debido al cambio de expectativas y la percepción positiva frente a la diferencia.