Poemas para deleitar el alma

Muchas poesías son nuestra propuesta para esta segunda semana de receso estudiantil. ¡No te asustes! No vamos a analizarlas, solamente disfrutar de ellas, en el plano sonoro y semántico. Esperamos que te gusten.

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Testamento

Ramiro Domínguez

Ya a tiempo

de torcer el camino, te propongo

―con el corazón en la mano―

un testamento, sin pliegos

ni testigos.

 

No tengo

―como sabrás― extensos beneficios.

Apenas la mesa basta y el pan honrado

que hemos compartido.

Solo te dejo mi nombre

como parcela abierta a remover

para los hijos de tus hijos.

 

Quiero abrirte de par en par

las ventanas a Dios.

Porque es ciega la noche

que se cierra a sus pasos

benditos.

Camina a su lado siempre.

Una y otra vez

vuelca los ojos al cielo. Cuando más oscuro

te sea todo, y sientas tu soledad

como castigo.

 

Si supieras qué dulce

y serena paz te desborda

cuando Él está contigo.

 

Te dejo como herencia

unos pocos amigos,

que son después de ti, lo mejor

que pude haber tenido.

No los cambies por nada.

Andando el tiempo

podrás añadir otros, apartando

la cizaña del trigo.

 

Atesora, entre tanto,

lo que los años te traigan

como bien más preciado.

En esto, da igual:

tus aciertos y errores

–lo bueno y lo malo–.

 

Mira siempre de frente

a los demás.

Y sé tú misma,

aunque por ello te pongan

a un lado.

 

A mí me tendrás muy cerca,

acaso mucho más cuando al fin

te haya dejado.

 

Muy luego

–como quien dice,

a la vuelta de la esquina–

nos volveremos a ver.

Y estaremos juntos

ya por toda la vida.

 

Todavía

Mario Benedetti

No lo creo todavía

estás llegando a mi lado

y la noche es un puñado

de estrellas y de alegría

 

palpo gusto escucho y veo

tu rostro tu paso largo

tus manos y sin embargo

todavía no lo creo

 

tu regreso tiene tanto

que ver contigo y conmigo

que por cábala lo digo

y por las dudas lo canto

 

nadie nunca te reemplaza

y las cosas más triviales

se vuelven fundamentales

porque estás llegando a casa

 

sin embargo todavía

dudo de esta buena suerte

porque el cielo de tenerte

me parece fantasía

 

pero venís y es seguro

y venís con tu mirada

y por eso tu llegada

hace mágico el futuro

 

y aunque no siempre he entendido

mis culpas y mis fracasos

en cambio sé que en tus brazos

el mundo tiene sentido

 

y si beso la osadía

y el misterio de tus labios

no habrá dudas ni resabios

te querré más

todavía.

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