Libros de ocasión
propietario: Karl Konrad Koreander
Esta era la inscripción que había en la puerta de cristal de una tiendecita, pero naturalmente solo se veía así cuando se miraba a la calle, a través del cristal, desde el interior en penumbra.
Fuera hacía una mañana fría y gris de noviembre, y llovía a cántaros. Las gotas correteaban por el cristal y sobre las adornadas letras. Lo único que podía verse por la puerta era una pared manchada de lluvia, al otro lado de la calle.
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La puerta se abrió de pronto con tal violencia que un pequeño racimo de campanillas de latón que colgaba sobre ella, asustado, se puso a repiquetear, sin poder tranquilizarse en un buen rato.
El causante del alboroto era un muchacho pequeño y francamente gordo, de unos diez u once años. Su pelo castaño oscuro le caía chorreando sobre la cara, tenía el abrigo empapado de lluvia y, colgada de una correa, llevaba a la espalda una cartera colegial. Estaba un poco pálido y sin aliento, pero, en contraste con la prisa que acababa de darse, se quedó en la puerta abierta como clavado en el suelo.
Ante él tenía una habitación larga y estrecha, que se perdía al fondo en penumbra. En las paredes había estantes que llegaban hasta el techo, abarrotados de libros de todo tipo y tamaño. En el suelo se apilaban montones de mamotretos y en algunas mesitas había montañas de libros más pequeños, encuadernados en cuero, cuyos cantos brillaban como el oro. Detrás de una pared de libros tan alta como un hombre, que se alzaba al otro extremo de la habitación, se veía el resplandor de una lámpara. De esa zona iluminada se elevaba de vez en cuando un anillo de humo, que iba aumentando de tamaño y se desvanecía luego más arriba, en la oscuridad. Era como esas señales con que los indios se comunican noticias de colina en colina. Evidentemente, allí había alguien y, en efecto, el muchacho oyó una voz bastante brusca que desde detrás de la pared de libros, decía:
4XpGHVHSDVPDGRGHQWURRIXHUDSHURFLHUUHODSXHUWD+D\FRUULHQWH
Michael Ende. La historia interminable. Círculo de lectores.
Las cinco competencias referidas a la lectura en PISA son:
Comprensión global del texto: supone identificar la idea principal o la intención general de un texto.
Recuperación de la información: se define como la ubicación de uno o más fragmentos de información en un texto y está ligado a la comprensión literal del texto. Esta competencia exige precisión, rigor y exactitud para localizar y extraer la información requerida.
Interpretación del texto: se refiere a la capacidad para localizar y extraer una información y realizar inferencias en un texto dado.
Reflexión sobre el contenido de un texto y su evaluación: se define como la capacidad de relacionar el contenido de un texto con la experiencia, los conocimientos y las ideas previas.
Reflexión sobre la forma: requiere relacionar la forma del texto con su utilidad y con la actitud e intenciones del autor.
Fuente: wwwww.pisa.oecd.org
