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Algunas actividades, que al mismo tiempo son microhabilidades de la competencia lectora, que podemos realizar son:
a- Responder las preguntas que nos planteamos en la prelectura.
b- Ir planteando nuevas hipótesis durante la lectura.
c- Responder preguntas de distintos niveles de interpretación: literal, inferencial y apreciativo.
d- Identificar el significado contextual de vocablos y contrastar con el diccionario.
e- Volver al texto permanentemente para verificar la comprensión.
f- Identificar las ideas principales y secundarias.
g- Emplear gráficos para organizar la información.
Actividades
I. Lee el texto de Savater.
Monólogo segundo -Habla TARZAN
Hoy he pasado un terrible momento de pánico. No, los civilizados no saben qué es el pánico: quizá toda la civilización no consiste más que en haber sustituido el pánico por la angustia. Pero en la selva se vive el auténtico pánico, el lacerante trallazo que marca a fuego la espina dorsal, desorbita los ojos hasta la ceguera y abruma con su almohadón de plomo el pecho sin aliento. El pánico de Bara, el cuervo, cuando da sus últimos saltos antes de caer bajo las zarpas de Numa y Sheeta, incluso del majestuoso Tantor y sus hermanos elefantes, cuando el fuego devasta la sabana y abrasa el cielo enconadamente azul con su crepitar mortífero. Sentimos el pánico ancestral a lo que repta en la oscuridad o a lo que gruñe o zumba de modo desacostumbrado: el pánico a lo demasiado pequeño o a lo demasiado grande, a lo muy veloz o a lo muy paciente, a lo que hiela la sangre con su rugido de ataque o a lo que llega sin hacer ruido. El pánico paraliza, lo que en la selva equivale a decir que mata. Por eso, aunque vivimos siempre próximos a su ciénaga, ninguno podemos permitirnos el lujo de sentirlo más que unas pocas veces en la vida y durante un momento fugaz, aunque padecido como inacabable. Mi caso es distinto: también en esto soy una excepción. Soy un animal maldito, porque carezco de lo que hace soportable a los otros animales la proximidad del pánico: no puedo olvidar y, en cambio, puedo imaginar. Estas indeseables características que por el momento me han proporcionado el dominio de la selva, pero que llegarán a serme fatales, han ido desarrollándose con los años. Fui un animalillo jubiloso y triunfal, un joven simio de piel desnuda al que la previsión y la memoria reforzaron la ferocidad hasta hacerle invencible; pero, poco a poco, me he ido instalando permanentemente en la cornisa que avanza hacia el pozo del pánico: vivo inclinado sobre él, con los ojos ennegrecidos por el reflejo de su abismo. La familiaridad con el espanto me va convirtiendo en un monstruo extraño y, lo que es peor, imprevisible. A la larga, en la selva la rutina es lo más seguro: ¡si no lo fuera, no habría tenido ocasión de convertirse en rutina! Pero yo no tengo casi rutinas, tengo manías, arrebatos: tengo ideas... Lo no contrastado por experiencia alguna a veces es excelente, pero siempre inseguro. Vivo roído por el pánico de mis incertidumbres, por la genial vaguedad de mis improvisaciones.
Pero mi pánico de hoy ha sido muy especial, de una calidad particularmente espeluznante. Quise volver a mi chocita natal, allá junto a la playa, hecha con sus propias manos por mi padre, lord Greystoke, y destinada a servirle de tumba a él y a mi pobre madre durante toda mi juventud.
(…)
Esa choza es mi centro, el lugar de mi fuerza, mi maldición, mi proyecto...: esa choza es mi verdadera selva. Pues bien, comencé a buscarla y fui incapaz de dar con ella. La enormidad de este aserto todavía me estremece: yo, Tarzán el Tarmangani, matador de Tublat y de Kerchak, temido por Numa y señor de Tantor, que conozco la enmarañada negrura de la floresta como la palma de mi mano, no fui capaz de hallar el rincón de la selva que me es más conocido, al que he vuelto desde todos los lugares imaginables de África, del que quizá nunca he salido completamente de nuevo (…) fue entonces cuando sentí pánico.
Fernando Savater, Criaturas del aire (1991).
II. Explica el sentido denotativo de las frases en negrita de las líneas 5, 7 y 9.
III. Se denomina intertextualidad a la relación que se establece entre un texto y otro, ya sea de manera explícita o implícita. El narrador de este monólogo se compara con un personaje ficticio, ¿quién es este personaje?, ¿por qué crees que se compara con él?
IV. ¿Conoces a los otros personajes?, ¿qué función desempeñan para la comprensión del sentido del texto?
V. ¿Con qué argumentos fundamenta el personaje el nivel de pánico que experimentó?
VI. Por qué el pánico que paraliza, en la selva mata? Ubica la frase en la línea 28.
VII. ¿Cuál es el sentido de la frase de la línea 65 y sgtes. « ... Lo no contrastado por experiencia alguna a veces es excelente, pero siempre inseguro» ?
VIII. ¿Por qué crees el autor del monólogo emplea este recurso?, ¿con qué intencionalidad?