Mensaje de una madre a la sociedad­

Por considerar de interés general, y en especial, para todas las familias paraguayas con hijos adolescentes, compartimos a continuación la carta-mensaje de una madre angustiada por lo que ocurrió con un hijo suyo en el colegio.

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Valientemente, esta madre denuncia el hecho ante la opinión pública para alertarla de los peligros que supone una manipulación irresponsable y sin control de la alta tecnología comunicacional de que se dispone hoy en día. Si todas las madres paraguayas actuaran en la sociedad como lo hace la autora de esta carta, nuestra educación avanzaría a pasos agigantados y no tendríamos motivos para temer del manejo y utilización de los adelantos tecnológicos que, antes que dañarnos, deberían ser nuestros mejores aliados para lograr más rápido la felicidad a la que todos tenemos derecho en este mundo.­
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“Esta carta va dirigida a los padres de familia, cuyos hijos tienen acceso a Internet, y a toda la sociedad paraguaya, con el único objetivo de alertar y crear conciencia de las situaciones a la que estamos expuestos por el mal uso de la red.­
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“Tal es el caso de mi hijo, quien con apenas 12 años y conservando aún el candor y la inocencia propias de un niño de su edad, ha sido humillado y expuesto a los abusos de sus compañeros de colegio mediante la manipulación de datos y distorsión de su imagen en la página ORKUT de INTERNET.­
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“Su foto fue tomada por un compañero de aula a través de un celular, luego modificada y expuesta en la página citada, figurando con su nombre y apellido como propietario de una comunidad en la cual se lo presentaba como GAY, imagino que para provocar burla y poner en duda su sexualidad. A todo esto le sumaron comentarios fuertes, llenos de morbosidad y malicia, describiendo su persona de la forma más baja y repugnante posibles.­
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“Para la presentación de su perfil, utilizaron frases grotescas, haciendo reiteradas referencias al miembro masculino, atentando contra su moral, presentando sus valores por el estudio, el respeto hacia sus mayores, su responsabilidad y hasta su religiosidad, como ridículos y desubicados, invitando además a los visitantes de la página a opinar sobre el mismo con frases como: ‘No se contengan, opinen sobre este gay y de la perra de su mamá’; ‘¡dale los perros! ¡ANÍMENSE!’­
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“Dentro de la página también fue creado un espacio con la foto distorsionada de mi hijo (obviamente siempre ridiculizándolo), con el titulo: ‘Mis amigos Gay’, donde expusieron fotos de hombres mayores con el torso desnudo y hasta una foto de sexo explícito (y en este punto me pregunto: ¿Cómo tienen acceso libre a la pornografía chicos menores de 12 años? (¿Y sus padres?).­
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“Todo esto con los datos y fotos adjuntas en forma separada, de cada uno de los supuestos visitantes moderadores de la comunidad, que no fueron otros sino sus propios compañeritos, agresores y creadores de la famosa página en ORKUT, utilizada en este caso para violar los derechos de un niño y demostrar por otro lado mediante este acto, la falta total de valores y de orientación, la pérdida de la inocencia, la rabia y la violencia que pueden guardar otros niños, pese a su corta edad.­
“Los acontecimientos descriptos que mancharon, humillaron, y ofendieron la persona de un niño, lastimando su autoestima y dignidad al extremo de necesitar apoyo psicológico, sirvan de ejemplo para que la sociedad que nos lleva a eso, tome conciencia de que: ‘La Participación Activa de los Padres en el Control y la Educación de sus Hijos, HACE LA DIFERENCIA’.­
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“Pongamos límites y brindémosles a nuestros niños la atención suficiente para trasmitirles las referencias de conducta, que protejan su inocencia. ­
“¡Corromperla es un flagelo que no tiene perdón!­
“Dios nos perdone... porque de alguna forma como sociedad, ¡todos somos ­
responsables...!­
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“OBS: Agradezco públicamente a la Consejería Municipal por los Derechos del Niño/a y Adolescentes (Codeni) que ha tomado cartas en el asunto calificando el caso como grave, e impartiendo a los niños involucrados el apoyo psicológico necesario hasta superar el sentimiento que motivó el caso.­
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Atentamente,­
MARÍA SOFÍA VELÁZQUEZ BARCHELLO
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