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La marihuana se suele consumir en forma de cigarrillos, que es la más frecuente, o por vía oral. Permanece en el cuerpo por más tiempo del efecto que se experimenta. Se absorbe de forma rápida por vía respiratoria, con efectos también más rápidos. Por vía oral la absorción es menor y se tarda más en sentir los efectos. Una vez dentro del organismo, se deposita y puede durar hasta varios días luego de haber consumido. El porcentaje del principio activo de la planta varía según muchos factores y ronda entre 2 % a 20 %. Esto significa que a mayor concentración en un cigarrillo, mayor intensidad de los efectos.
La edad de inicio de consumo se calcula entre los 13 y 18 años –para la mayoría–, y a pesar de que se dice que es una droga que no genera dependencia, en las consultas psiquiátricas se observan fenómenos de dependencia de distintos niveles de intensidad.
El efecto se caracteriza por tener dos fases: una de estimulación y otra de relajación. En algunos casos, se puede observar reacciones de ansiedad e, incluso, de pánico que desaparecen luego de algunas horas. Entre los efectos comunes se cita relajación, alteración de la memoria a corto plazo, sueño, aumento del apetito, incoordinación y disminución de la atención. El riesgo de manejar y tener accidentes de tránsito es muy alto, y nunca se debe conducir intoxicado.
Aproximadamente, la mitad de los consumidores que generaron dependencia pueden sufrir de síntomas de abstinencia, si se corta o disminuye el consumo. En personas que tienen un consumo regular, se observa abstinencia en un 15 %. Los síntomas que se experimentan son nerviosismo, problemas para dormir, pérdida de apetito, pesadillas, sudoración y aumento de la temperatura del cuerpo, acompañado de un fuerte deseo de consumir. Este cuadro puede durar 1 a 2 semanas y luego desaparece. Los problemas para dormir se mantienen por más tiempo.
Existe una creencia bastante difundida de que esta es una droga con pocos riesgos, por lo que muchos adultos y adolescentes la consumen. Sin embargo, cada día aumentan más los estudios sobre los daños que produce. Por lo que es muy difícil determinar quiénes se verán o no afectados por sus efectos nocivos. Entre los posibles riesgos podemos citar complicaciones psiquiátricas, como psicosis breves y esquizofrenia, alteración de la capacidad de atender, resolver problemas y de la memoria, disminución del rendimiento escolar, apatía y falta de motivación. Se ha comprobado que, en algunos casos, los síntomas mejoran luego de un tiempo largo de no consumir, no obstante, algunas enfermedades, como la esquizofrenia, no revierten.
Actividades
1. Contesta.
a. ¿Cómo se clasifica a la marihuana?
b. ¿Cuáles son los efectos más importantes?
c. ¿Cuáles son las complicaciones por su consumo?
2. Cita las vías de consumo.
3. Explica por qué la marihuana no es una droga de bajo riesgo.
Fuentes
GÓMEZ PEREIRO, C. Manual de adicciones para médicos especialistas en formación; Socidrogalcohol. 2010.
Curso a Distancia de Drogas y Salud Mental. (2010). Asunción, Paraguay: AGR Servicios Gráficos.