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Los dos pilares del trabajo son la técnica y la ética. Mediante la primera, el ser humano domina su profesión, y con la segunda, alcanza la excelencia. Con la técnica logrará ser exitoso, pero sin la segunda difícilmente logre ser un profesional respetado.
Buscar la excelencia
Un profesional no siempre posee calidad técnica y humana. Una persona puede ser experta en su profesión, hábil en una técnica, o a la hora de hacer negocios, pero si no tiene valores morales, difícilmente será un excelente profesional. De un trabajador se espera no solo que sea competente, sino también confiable y responsable, que tenga espíritu de servicio y calidad humana.
Cualidades
Los valores y la ética son importantes en el lugar de trabajo, cualquiera que sea la tarea que uno desempeñe. En muchas empresas, no importa lo bien que un empleado trabaje, si carece de valores éticos, no es confiable. La mayoría de los empleadores buscan un trabajador que tenga las siguientes cualidades: honestidad, responsabilidad, conducta, puntualidad, colaboración, discreción, entre otros.
Honestidad
Un aspecto importante de los valores éticos en el lugar de trabajo es mostrar un comportamiento honesto en todo momento. Por ejemplo, un chofer de ómnibus tiene la obligación de dar el boleto al pasajero. La falta de honestidad también puede significar pedir coima (un pago extra) por realizar un trabajo por el cual ya está recibiendo un salario; o, en caso contrario, pedir dinero para no cobrar una multa.
Responsabilidad
Ser responsable significa acatar todas las reglas del ente público o privado para el cual se trabaja. Cumplir con el horario, no ausentarse sin motivo, presentar los trabajos a tiempo, aceptar la responsabilidad cuando se cometió un error, y, a veces, trabajar más tiempo de lo previsto hasta terminar una tarea; son valores éticos de una persona responsable.
Colaboración
El trabajo en equipo es muy importante para lograr el éxito. En este sentido, un trabajador sin valores morales pretenderá en todo momento entorpecer el trabajo del compañero para desacreditarlo, o intentar, con servilismo, chismes u otro tipo de artimañas para obtener un puesto o sueldo superior a los de sus colegas.
Conducta
La conducta de un empleado define sus valores éticos. El trabajador no solo debe tratar a otros con respeto, sino también demostrar un mismo comportamiento tanto en público como en privado. En el trabajo, específicamente, implica el uso de vestimenta y lenguaje considerados adecuados para la oficina, y conducirse con profesionalismo.
Discreción
El rumor es una de las estrategias más comunes para desacreditar en la oficina y restar el rendimiento del equipo. Ser partícipe o víctima de chismes en la oficina puede dañar la reputación profesional de un trabajador, por ejemplo, un empleado hablador escucha una conversación privada; luego comienza a expandir la información por toda la empresa.