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Un poco de historia
Los romanos formaron un imperio que se extendía por la mayor parte de Europa y por el norte de África.
Tras la desaparición del Imperio romano, algunas de las lecciones aprendidas de los romanos permanecieron en los siglos posteriores, aunque fueron cambiando.
Hoy en día, hablamos castellano que es latín evolucionado y al escribir, seguimos utilizando letras latinas. Pero otros conocimientos, como el sistema de numeración romana se sustituyó por el arábigo.
Actualmente, vemos y utilizamos números romanos en muy pocas ocasiones: para nombrar los siglos, en los actos y escenas de una obra de teatro, en la designación de olimpiadas, congresos y certámenes, en la numeración de reyes, emperadores y papas, en inscripciones antiguas y en relojes antiguos.
Solamente manejaban números naturales y no consideraban que el valor «nada» fuese un número, por eso el cero no se puede escribir en números romanos.
Algunas reglas de su escritura
a. Se suman los valores. Siempre se colocan los de mayor valor a la izquierda y los de menor valor a la derecha y se suman. Por ejemplo:
XII = 12 (X=10 II=2)
XV = 15 (X =10 V= 5)
b. Los valores I, X, C y M se pueden repetir hasta 3 veces. Por ejemplo:
III = 3 XX= 20 CCC= 300
c. Las letras D, L, V se pueden colocar a la derecha para ser sumados sus valores, pero solo una vez, no se pueden repetir.
CL = 150 (C= 100 y L= 50)
(150 = 100 + 50)
d. A la izquierda de otra, colocada solo una vez, le resta su valor.
e. La letra I colocada a la izquierda de V o de X le resta 1.
f. La letra X colocada a la izquierda de L o de C le resta 10.
g. La letra C colocada a la izquierda de D o de M le resta 100.
h. Cada una de esas letras no se puede restar a otra que sea de un valor que esté a más de dos puestos por delante de ella.
i. Las letras D, L, V no se pueden colocar a la izquierda para restar.