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El año económico estaba llegando a su final, era el primer ejercicio para la cooperativa La Esperanza. Por ese motivo, el tesorero de la organización se encontraba poniendo al día las cuentas, el estado de los aportes de los asociados y la contabilidad. Había mucha expectativa de si se tendrían excedentes cooperativos como resultado económico del año.
Algunos no entendían muy bien de qué se trataban esos excedentes, entonces el tesorero empezó a explicar: «Los excedentes no son más que importes que los socios pagaron de más por el uso de los servicios, y como en las cooperativas no se busca obtener ganancias, tales excedentes deben ser distribuidos en la misma proporción en que los asociados utilizaron esos servicios». Siguió aclarando que cuando se pusieron a disposición de los asociados los productos y servicios, se fijaron los precios a pagar por el uso. Esos importes se basaron en una estimación de lo que podían costar, por ejemplo, la materia prima, el transporte, el costo del personal y mantenimiento de las máquinas, los servicios públicos, las instalaciones, entre otros. Sumando todos esos elementos se establecieron los costos a pagar.
Cuando se realiza el cierre contable de las cuentas, se suman todos los ingresos recibidos y se restan todos los pagos realizados por la cooperativa. Si la diferencia es positiva, es decir, si los ingresos fueron mayores a los pagos, se denominan excedentes. Y son una buena noticia, porque indican que el precio fijado al principio fue suficiente para comprar las materias primas y cubrir los costos de funcionamiento. Como hay un exceso en los pagos, hay que devolverlos a quienes los pagaron. Entonces, se procede a distribuir los excedentes a los que usaron los servicios, de manera proporcional.
Como es importante que la cooperativa también vaya consolidándose como empresa, se establece en la misma Ley de Cooperativas que antes de la distribución se destine una parte de los excedentes a guardarlos. Esto servirá como respaldo económico en situaciones difíciles que pueda presentarse. Se establece, además, que otra parte de los excedentes se destine a un fondo de educación que sirva para solventar las actividades sociales y educativas de la cooperativa.
Los excedentes no son iguales a las ganancias. Las cooperativas no tienen fines de lucro, entonces, no es apropiado asimilar el concepto. Son la devolución a los socios de lo que pagaron de más por el servicio que utilizaron, luego de apartar una cantidad para la sostenibilidad de la cooperativa.
Es fundamental la generación de excedentes, porque la cooperativa puede lograr su sostenibilidad en el tiempo mediante las reservas que se van formando a partir de los excedentes.