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Para que los dientes de tu hijo se conserven en buenas condiciones recuerda:
-Limpiarle las encías con un pedazo de algodón desde que es un bebé.
-Cepillarle los dientes en cuanto le broten con un cepillo muy suave, y enseñarle a que lo haga por sí mismo (después de las comidas, por la mañana y antes de acostarse) a partir de los 2 ó 3 años.
-Inculcarle buenos hábitos alimenticios. (Esto incluye un máximo de frutas y verduras y un mínimo de golosinas y refrescos).
-Usar una pasta dental con fluoruro, una de las sustancias más eficaces para combatir las caries.
-Comprarle un cepillo de dientes (con cerdas suaves y puntas redondeadas).
-Reemplazar el cepillo cada tres meses aproximadamente (un cepillo que ha perdido la forma pierde también parte de su eficacia).
-Enseñarle al niño la manera de emplear el hilo dental.
Estos cuidados tan sencillos pero importantes ayudan a mantener los dientes sanos, lo que evita dolores, y hace que los niños se alimenten sin ninguna clase de molestia.
HOGAR
Uff, ¡la canilla gotea sin parar!
Aprende a cambiar el cuerito de las canillas
Cambiar el cuerito de la canilla es un juego de niños. En primer lugar, debes conseguir una pinza pico de loro y un destornillador. Luego cierra la llave de paso que alimenta esa canilla.
Saca la tapita del volante y allí encontrarás el tornillo que lo sujeta.
Sácalo y habrás liberado el volante, luego retira la campana y tendrás al descubierto el cuerpo de la canilla.
Con la pinza pico de loro sácalo y verás la válvula y el cuerito. Si está muy metido, utiliza una pinza de cejas para quitarlo. Puedes optar por renovar la válvula y el cuerito, o este último solamente.
Luego de renovar la pieza se coloca un poco de cáñamo, se envuelve el cabezal y se atornilla. Se coloca nuevamente la campana y el volante.
Si la pérdida se produce es porque el vástago está deteriorado, entonces coloca el cáñamo allí. El cáñamo es una especie de hilito que se consigue en las ferreterías.
¡Qué fácil!, ¿verdad? Así que de hoy en más, no habrá necesidad de un plomero en casa en casos como este.
-Limpiarle las encías con un pedazo de algodón desde que es un bebé.
-Cepillarle los dientes en cuanto le broten con un cepillo muy suave, y enseñarle a que lo haga por sí mismo (después de las comidas, por la mañana y antes de acostarse) a partir de los 2 ó 3 años.
-Inculcarle buenos hábitos alimenticios. (Esto incluye un máximo de frutas y verduras y un mínimo de golosinas y refrescos).
-Usar una pasta dental con fluoruro, una de las sustancias más eficaces para combatir las caries.
-Comprarle un cepillo de dientes (con cerdas suaves y puntas redondeadas).
-Reemplazar el cepillo cada tres meses aproximadamente (un cepillo que ha perdido la forma pierde también parte de su eficacia).
-Enseñarle al niño la manera de emplear el hilo dental.
Estos cuidados tan sencillos pero importantes ayudan a mantener los dientes sanos, lo que evita dolores, y hace que los niños se alimenten sin ninguna clase de molestia.
HOGAR
Uff, ¡la canilla gotea sin parar!
Aprende a cambiar el cuerito de las canillas
Cambiar el cuerito de la canilla es un juego de niños. En primer lugar, debes conseguir una pinza pico de loro y un destornillador. Luego cierra la llave de paso que alimenta esa canilla.
Saca la tapita del volante y allí encontrarás el tornillo que lo sujeta.
Sácalo y habrás liberado el volante, luego retira la campana y tendrás al descubierto el cuerpo de la canilla.
Con la pinza pico de loro sácalo y verás la válvula y el cuerito. Si está muy metido, utiliza una pinza de cejas para quitarlo. Puedes optar por renovar la válvula y el cuerito, o este último solamente.
Luego de renovar la pieza se coloca un poco de cáñamo, se envuelve el cabezal y se atornilla. Se coloca nuevamente la campana y el volante.
Si la pérdida se produce es porque el vástago está deteriorado, entonces coloca el cáñamo allí. El cáñamo es una especie de hilito que se consigue en las ferreterías.
¡Qué fácil!, ¿verdad? Así que de hoy en más, no habrá necesidad de un plomero en casa en casos como este.