Las fibras naturales de origen animal

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La lana

Es un tipo de pelo suave y rizado, que recubre el cuerpo de los carneros y las ovejas.  Está formada a base de la proteína llamada queratina. Cada pelo es segregado en un folículo piloso y consta de una cubierta externa escamosa que repele el agua, su diámetro y longitud varían de acuerdo al tipo de animal.

Retiene el agua hasta el 40 o 45 % de su peso. Cuesta secarse. Esta capacidad de absorción de agua no significa que se humedece; el agua no se adhiere a la superficie de la lana, sino que se introduce en la fibra, sufriendo una poderosa retención. La lana aparentemente seca al aire, puede contener un 15 % de agua.

El tejido de lana retiene en torno a la piel el calor que aquella produce, proporcionando al cuerpo una sensación cálida. Atrae y retiene la humedad, en evaporación constante cuando la temperatura exterior es alta, lo que produce en el cuerpo la sensación de frescor.

Cuando la prenda de lana se lleva puesta, la propiedad que tiene de atraer la humedad actúa sobre la piel absorbiendo el sudor, impidiendo o retrasando su fermentación y el olor característico del sudor fermentado.

Debido a la grasa natural que es parte en ella, repele el agua en su superficie.

No es inflamable.

No propaga la llama, no funde y no se pega a la piel en caso de incendio.

Es elástica.

Características inherentes a su rizado natural:

Es estable.

No se deforma fácilmente en puntos de roce continuo, como codos o rodillas.

Se arruga poco.

Tiene gran poder de recuperación. La prenda de lana recupera fácilmente la caída; una prenda hecha de este material, bien colgada durante una noche, recupera sorprendentemente su buena forma.

Es resistente a los ácidos. Pero no lo es a las lejías.

Puede apolillarse.

Los eficaces tratamientos antipolillas han conseguido que esto haya dejado de ser preocupante a la hora de fabricar o adquirir una prenda de lana.
 
Un ejemplo de las magníficas propiedades que tiene la lana son las tiendas de campaña en que viven los nómadas de las estepas asiáticas, llamadas ger. Son de forma circular, hechas en una gruesa tela con fieltro de lana de ovejas de Mongolia; son tan resistentes que pueden durar hasta quince años. Aguantan la humedad, el viento, la lluvia helada del largo invierno. Son frescos en verano, antiparasitarios y antimoho.

Formas de conservación

• Lavar en agua tibia
• Con jabón neutro
• Sin frotar ni retorcer
• Secar en forma horizontal
• Se puede planchar a baja temperatura con un paño húmedo para evitar brillos

Tipos de lana

Hay establecidos seis tipos de lanas diferentes:

• Pura lana virgen, que proviene única y directamente de la oveja, sin mezcla alguna.
• Rica lana virgen, que contiene al menos entre un 60 y 80 % de pura lana virgen.
• Lana regenerada, obtenida mediante la recuperación de retales o desperdicios ya usados.
• Lana peinada, compuesta por fibras largas obteniéndose un hilado fino y regular.
• Lana cardada, fibras cortas y largas mezcladas, con hilos gruesos y voluminosos.
• Lana clorada, obtenida con un tratamiento que la hace definitivamente inencogible.
La diferencia entre pelo y lana está dada por:
• La lana es rizada y el pelo es liso.
• La lana forma pelotas de fibras, el pelo cae suelto.
• La lana tiene impurezas, el pelo no.

Tipos de pelos:

• Alpaca: tiene una altura de 1 m, cuello largo, cabeza corta y de color uniforme. De color blanco o chocolatado, pero nunca negro. Su pelo es brillante y flexible. Su tejido resulta suave al tacto.
• Angora, pelo largo, muy fino y suave; se usa para confeccionar suéteres.
• Caballo: se utiliza el pelo de la cola para la fabricación de entretelas.
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