Las correcciones

Corregir: «quitar los errores o las imperfecciones. Amonestar, reprender». Concepto desafiante que nos arrima el diccionario para referirnos a la corrección que el maestro o los padres realizan sobre los actos de los alumnos en la convivencia académica escolar y hogareña. ¿Cómo corregir? es la gran pregunta, ¿de una manera «ejemplar» o de otra que sea edificante?

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Consideremos el siguiente caso

—¿Qué pasa? ¿Por qué lloras, hija? ¡Cálmate! (La madre, preocupada por su hija del 5.º grado que acaba de llegar de la escuela).

—La profe me marcó todo en rojo la tarea que hicimos juntas. Además, me agregó la siguiente observación: ¡Dedícate más, eres muy desprolija. Pon más atención! (La hija acongojada).

—¡Qué horror! Esto no puede ser; no te preocupes, mañana iré a la escuela. (La madre pidió entrevista con la maestra y la coordinadora académica, y el resultado fue muy positivo).

1. Contesta.

a. ¿Qué haces cuando la maestra se «ensaña» en la corrección de las tareas de tus hijos? Da dos ejemplos.

b. ¿Qué sugerencias darías a las profes en la tarea de correctoras de los «deberes» de los alumnos? Cita dos ejemplos.

c. ¿Por qué es importante tener en cuenta las correcciones hechas por la profe a las tareas escolares de tus hijos? Fundamenta tu respuesta.

2. Marca con SÍ o NO según estés o no de acuerdo con las siguientes proposiciones.

a. Los docentes sin vocación corrigen con ensañamiento porque la tarea les resulta penosa.

NO

b. Las correcciones deben hacerse con espíritu humanitario y no lastimando la autoestima del alumno.

NO

c. En la formación pedagógica de los docentes radica su autoritarismo.

NO

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