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Las cooperativas de servicios son buenas alternativas para desarrollar el trabajo en la comunidad. Muchas de nuestras ciudades o pueblos poseen interesantes atractivos que suelen ser de interés para quienes las visitan. Sin embargo, tales sitios no están bien atendidos y el interés que despiertan es desaprovechado.
Formar una cooperativa de servicios turísticos para atender a los visitantes es una manera adecuada de aprovechar el turismo y lograr ingresos para la comunidad. Es una modalidad que brinda la ocasión para que sus miembros puedan desarrollar sus habilidades y oficios en trabajos que generen recursos para toda la comunidad, y les permita un mayor desarrollo.
Se crea en torno a los atractivos turísticos que posee una ciudad o sitio de interés, se analizan los posibles servicios que puedan desarrollarse, como transportes, acceso hasta el sitio, guías, acondicionamiento del lugar, comodidades, servicios de refrigerio, venta de recuerdos, entre otros. Si en la visita a algún lugar de interés se encuentra una buena atención y comodidades, los turistas estarán dispuestos a pagar por los costos y, luego, mencionarán las bondades del sitio, con lo que más personas estarán con interés de visitarlos, así los ingresos por servicios aumentarán.
Una vez que se decidan cuáles serán los servicios que desarrollará, es importante establecer un plan de cómo podrían brindarse; qué materiales, equipos y maquinarias se necesitarán; qué infraestructura será necesaria mejorar, a fin de solicitar el apoyo de los organismos encargados. Con todos estos elementos se definen las necesidades de recursos para la implementación, como también si podrá cubrirse con las aportaciones de los asociados y en qué plazo. Tener un panorama claro de los objetivos y tiempos ayuda a alcanzarlos sin desanimar a los asociados.
Otro aspecto de gran importancia es la capacitación, tanto en lo referente a la administración de la cooperativa, como la atención a los visitantes. Conocer los servicios que se brindarán, poder dar información adecuada a los visitantes, satisfacer sus necesidades y, sobre todo, dar un servicio de calidad.
Las cooperativas de servicios turísticos pueden ayudar de gran manera al desarrollo de diversas comunidades que poseen interesantes atractivos para visitantes, pero que no son conocidas o aprovechadas por falta de cuidados. Además, la atención de estos sitios por personas de la misma comunidad otorga un valor adicional que consiste en el cuidado del entorno, pues al ser donde residen y su fuente de ingresos, el interés por la conservación es mayor.