La vida de los incas

Los incas desarrollaron su civilización en medio de la cordillera de los Andes, desde su capital llamada Cuzco. Influyeron en todos los pueblos que encontraron y formaron un gran imperio, ubicándose en las altas montañas a más de 4.

Cargando...

Organización

No se discutía la autoridad del Inca, hijo del Sol, aconsejado por un Consejo de Orejones (llamados así porque desde niños se ponían pesas en las orejas haciendo que estas alcanzaran un tamaño mayor del normal) unidos al Inca por lazos familiares.

Los incas se organizaban en grupos de familias, llamada ayllu. Cada ayllu tenía asignado un sector de tierras para trabajar en su beneficio y el del estado. Los ayllus redactaban sus propias leyes y nombraban a sus representantes ante la Asamblea General, que reunía a representantes de todo el imperio y tenía funciones ejecutivas; sus resoluciones eran puestas a consideración del Consejo de Orejones.

En esta cultura no existía la propiedad privada, se repartía lo producido entre el pueblo, funcionarios, sacerdotes, enfermos, minusválidos, viudas y huérfanos. Otra parte de la producción de alimentos era almacenada en grandes silos para evitar épocas de sequía y pestes. Se los conoce por esta forma de organización como el imperio socialista (todo es de la sociedad y no de personas en forma privada).

El matrimonio era poligámico entre los nobles y monogámico entre el pueblo; los recién casados recibían del estado una parcela de la tierra para tener un lugar fijo donde vivir y trabajar.

La sociedad se dividía en tres grupos: nobles, sacerdotes y pueblo. Los incas pertenecían a ella desde su nacimiento y no se podía cambiar por ningún motivo.

Desarrollaron la agricultura con el sistema de terrazas: Cortaban la ladera de las montañas en forma de terrazas para tener lugar donde sembrar. Construyeron un sistema de riego tan perfecto que es estudiado por científicos para ver si pueden copiarlo. Hasta hoy ni siquiera con las computadoras y satélites han podido resolver el problema de distribuir agua en zonas montañosas en forma tan eficiente como lo hicieron los incas.

Los principales cultivos eran: papa, el maíz, algodón, mandioca, tomate y coca. Practicaron la ganadería con la llama, la vicuña y la alpaca.
Creían en Viracocha, dios que enseñó a los humanos ciencias y costumbres beneficiosas para vivir bien.

El arte inca

Supuso el momento culminante de un largo proceso social y político que se había iniciado varios milenios antes. Más que un conjunto de formas innovadoras, sus manifestaciones artísticas supusieron una continuidad con las tradiciones anteriores, siendo las más elaboradas los textiles, la orfebrería, el trabajo en piedra y la cerámica.

Respondiendo a necesidades derivadas de un estado, sus manifestaciones artísticas se convirtieron en un arma propagandística de una gran importancia.

Tejidos

En primer lugar se daba a las fibras (lana y algodón) un tinte con colorantes naturales, para ser hiladas con ruecas y tejidas en telares rudimentarios. Las técnicas eran variadas, para producir tejidos destinados a fines ceremoniales se utilizaba el brocado, el bordado y la tapicería, las piezas salidas de los talleres de Paracas eran las más apreciadas. Estas magníficas telas podían alcanzar hasta 20 metros de longitud, estaban decoradas con una perfecta maestría y con motivos zoomorfos policromos.  Los incas dieron paso a un universo propio con vistosos diseños geométricos de gran colorido. Dividen el espacio en franjas y cuadrados donde expresan un complejo mundo de símbolos presidido por la disposición geométrica.

CERÁMICA 

La ausencia del torno hacía que el alfarero tuviera que modelar la vasija a mano, y la pasta se enroscaba sobre sí misma para construir las paredes de la pieza. La utilización del molde permitió la fabricación en serie, la producción se incrementó notablemente.
Las vajillas domésticas derivaron de las necesidades cotidianas y las vajillas de uso ritual estaban relacionadas con el mundo de las creencias. La decoración estaba hecha con motivos geométricos en tonos rojo y negro. Se plasmaban sobre las paredes de las cerámicas rica iconografía.


Los alfareros incas no inventaron ninguna técnica que fuera desconocida en épocas anteriores y su cerámica se caracterizó, fundamentalmente por formas equilibradas, un pulimento notable y la preponderancia de los motivos geométricos. Los tipos más característicos fueron: el aríbalo, vasija globular de base cónica, cuello cilíndrico y dos asas en forma de lazo; el kero, vaso de uso ceremonial utilizado por el Inca y la nobleza; variedad de cuencos y platos de diversas formas y decoraciones.


Los temas solían ser escenas figurativas dispuestas en franjas o frisos horizontales que proporcionaron una riquísima información sobre la vida incaica.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...