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El soneto lírico es una combinación de catorce versos endecasílabos distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos de rima perfecta o consonante. Aunque su forma no es exclusiva de la poesía lírica, los poetas han elegido esta combinación métrica para la extraordinaria variedad de temas líricos que surgen. Cada poema cuenta una verdad única en sí misma, proyecta un proceso cerrado que, casi siempre, coincide con los tres momentos: inicio desarrollo y término. El inicio suele coincidir con la primera estrofa o primer cuarteto.
Generalmente, el desarrollo se desenvuelve entre el segundo cuarteto y el primer terceto, en tanto que el cierre aparece en el segundo terceto. Usa bastante la sonorización debido a que cada verso está integrado por dos hemistiquios, además, es común que los versos se construyan con encabalgamiento. Existen sonetos con versos de doce sílabas, y de catorce sílabas, inclusive. Algunos de ellos contienen un estrambote como última estrofa. El soneto lírico puede ser, según el asunto que trate, religioso, elegíaco, amoroso, filosófico, satírico, festivo, entre otros.
Aquí van ejemplos que podemos utilizar para leer con fruición y sonorizar con entusiasmo.
Texto 1
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras? de Lope de Vega
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
Pasas las noches del invierno oscuras?
¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el ángel me decía
“Alma, asómate ahora a mi ventana;
Verás con cuánto amor llamar porfía!”
¡Y cuántas, hermosa soberana,
“Mañana le abriremos”, respondía,
Para lo mismo responder mañana!
Texto 2
Soneto enamorado de Francisco Luis Bernárdez
Dulce como el arroyo soñoliento,
mansa como la lluvia distraída,
pura como la rosa florecida
y próxima y lejana como el viento.
Esta mujer que siente lo que siento
y está sangrando por mi propia herida
tiene la forma justa de mi vida
y la medida de mi pensamiento.
Cuando me quejo, es ella mi querella,
y cuando callo, mi silencio es ella,
y cuando canto, es ella mi canción.
Cuando confío, es ella mi confianza,
y cuando espero, es ella la esperanza,
y cuando vivo, es ella el corazón.
Texto 3
El cocotero de Eloy Fariña Núñez
Hay árboles simbólicos. Yo admiro
la belleza del grácil cocotero,
amo su altura, su elegancia quiero
y a su fecunda soledad aspiro.
Erguido sobre el llano, yo lo miro
como si fuese un pensador austero
que, lejos del humano derrotero,
floreciese por dentro en su retiro.
Alta la verde copa rumorosa,
en la cual ningún pájaro se posa,
se eleva en la actitud de un silenciario.
Y es en la noche que la calma puebla,
en medio del misterio y la tiniebla,
un alto pensamiento solitario.
Texto 4
Un soneto de Lope de Vega
Un soneto me manda hacer Violante,
Que en mi vida me he visto en tal aprieto;
Catorce versos dicen que es soneto;
Burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante,
Y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aún sospecho
que voy los trece versos acabando,
contad si son catorce, y está hecho.
Actividades
1. En el cuaderno de anotador copiamos las palabras cuyo significado desconocemos y agregamos el valor semántico de cada término que en el poema de referencia se maneja.
2. Ejemplificamos las palabras estudiadas en contextos diferentes a los relacionados con los poemas.
3. En la búsqueda de la esencia interpretativa, concluimos acerca del mensaje que proyecta cada poesía.
4. Practicamos la lectura sonorizada de los sonetos respetando la presencia de los signos de puntuación incluidos en cada uno de ellos.
5. Cada quien aprende de memoria el soneto que con mayor fuerza interpretativa lo atrajo y lo repite con frecuencia como gimnasia mental.