La respiración sana

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Lic. Miguel Ángel Villalba

La respiración es un proceso vital que realiza el sistema respiratorio y permite la oxigenación del organismo. En nuestra sociedad, en especial en las ciudades y zonas industriales, son muy pocas las personas que encuentran las condiciones óptimas para una completa, sana y normal respiración.

La respiración es un proceso vital mediante el cual nuestro cuerpo toma el aire del ambiente y lo introduce al organismo al mismo tiempo que recupera el bióxido de carbono del interior del cuerpo, para ser expulsado mediante el mismo sistema.

El aire es un elemento natural que contiene nitrógeno, oxígeno y bióxido de carbono, pero en el momento de hacer el intercambio de gases, los alvéolos pulmonares solamente toman el oxígeno, y lo demás, lo desechan.

En nuestra sociedad son tantos y tan diversos los factores que perjudican nuestra buena respiración; como otras funciones, se ve perturbada por las condiciones insalubres de la vida moderna.

También hay lugares en los que es más difícil respirar, como por ejemplo en lo alto de una montaña, porque el aire es más ligero y al respirar se absorbe menos oxígeno de lo normal; por esa razón, las personas que escalan grandes alturas tienen que prepararse bien y llevar siempre oxígeno de reserva.

En las profundidades y en lugares cerrados, asimismo, cuesta más trabajo respirar, pero en estos lugares se debe a la falta de oxígeno.

La respiración y la actividad deportiva

Con la práctica deportiva se demanda mayor cantidad de oxígeno, ya que nuestro cuerpo necesita más aporte para poder llevar a cabo la tarea en sí. El oxígeno se consigue a través de una correcta respiración controlando los tiempos y el modo en el que lo debemos hacer. Pero muchas veces se nos escapan algunos puntos al respecto.

Durante la realización de ejercicios o actividades físicas, la capacidad torácica aumenta a causa de que los pulmones recibirán más cantidad de aire que de manera normal y con una rapidez mayor. Es por ello que es relevante que tengamos en cuenta el diafragma, los intercostales y la pared abdominal, que entrarán en acción.

Para que nuestra capacidad torácica aumente y consigamos inspirar más cantidad de oxígeno, es necesario que mantengamos durante todo el proceso respiratorio la pared abdominal contraída, ya que de este modo conseguiremos expandir más el diafragma y los intercostales para lograr así una expansión de los pulmones y poder recibir más cantidad de oxígeno, que necesitaremos para la realización del ejercicio que estamos llevando a cabo.
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