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La publicidad
La publicidad puede ser considerada como un bien para el consumidor, ya que le ayuda a conocer los distintos productos del mercado, o puede ser considerada como un modo de lograr insatisfacción y desigualdad social, creando nuevas necesidades en algunos casos ficticias. La publicidad nos vende productos de consumo.
Funciones de la publicidad
La publicidad tiene distintas funciones como son: la informativa, la económica, financiación de los medios de comunicación (pudiendo así mediatizarlos), sustitutiva, estereotipadora, desproblematizadora y la función conservadora.
La publicidad es un reflejo de nuestra sociedad consumista, materialista y hedonista. Crea necesidades para luego vender productos que supongan la solución al problema. El alma de todo anuncio es una promesa de felicidad, éxito, belleza, juventud, libertad, poder, seguridad...
Así, generalmente, transmiten valores como: - Felicidad, deseo de imitación, identificación con los personajes que salen en los anuncios y que despiertan nuestra admiración.
- Competitividad. Instinto de superación. Anuncios que provocan la necesidad de destacar, de ser más que los otros. Prestigio, poder, futuro.
- Éxito. Fuerza. Instinto de agresividad. Nos quieren convencer de la necesidad de ser agresivos y dominantes para triunfar en nuestras relaciones personales.
- Juventud. Dinamismo y actividad con la que se identifican sobre todo los jóvenes. Libertad, riesgo, humor. El anuncio lo consigue proyectando imágenes con mucho ritmo.
- Erotismo. Belleza.
- Modernidad. Comodidad. Lujo. Elegancia.
- Higiene por encima de todo. Provocan una necesidad obsesiva por la limpieza.
- Consumismo. Sentimientos unidos al consumo. Algunos anuncios postulan que, para obtener el afecto de alguien, hay que consumir un cierto producto. Se juega con los sentimientos de las personas.
La propaganda
La propaganda nos vende unas ideologías determinadas. Pretende influir en la ideología de la gente.
Objetivo de la propaganda
Su finalidad básica es la del control de la población y de sus conductas. La propaganda es la medida de control de los estados democráticos, equiparable a la fuerza y el miedo utilizados por los estados autoritarios. Los poderes económicos son los que poseen los medios de comunicación. Por lo tanto, dichos medios defienden unos ideales determinados, intentando y consiguiendo crear consumidores pasivos en lugar de consumidores responsables y activos.
Estos poderes financieros no se rigen por los ideales democráticos, sino por las reglas de los mercados internacionales. Lo económico prima sobre lo político.
Funciones de la publicidad
La publicidad tiene distintas funciones como son: la informativa, la económica, financiación de los medios de comunicación (pudiendo así mediatizarlos), sustitutiva, estereotipadora, desproblematizadora y la función conservadora.
Así, generalmente, transmiten valores como: - Felicidad, deseo de imitación, identificación con los personajes que salen en los anuncios y que despiertan nuestra admiración.
- Competitividad. Instinto de superación. Anuncios que provocan la necesidad de destacar, de ser más que los otros. Prestigio, poder, futuro.
- Éxito. Fuerza. Instinto de agresividad. Nos quieren convencer de la necesidad de ser agresivos y dominantes para triunfar en nuestras relaciones personales.
- Juventud. Dinamismo y actividad con la que se identifican sobre todo los jóvenes. Libertad, riesgo, humor. El anuncio lo consigue proyectando imágenes con mucho ritmo.
- Erotismo. Belleza.
- Modernidad. Comodidad. Lujo. Elegancia.
- Higiene por encima de todo. Provocan una necesidad obsesiva por la limpieza.
- Consumismo. Sentimientos unidos al consumo. Algunos anuncios postulan que, para obtener el afecto de alguien, hay que consumir un cierto producto. Se juega con los sentimientos de las personas.
La propaganda
La propaganda nos vende unas ideologías determinadas. Pretende influir en la ideología de la gente.
Objetivo de la propaganda
Su finalidad básica es la del control de la población y de sus conductas. La propaganda es la medida de control de los estados democráticos, equiparable a la fuerza y el miedo utilizados por los estados autoritarios. Los poderes económicos son los que poseen los medios de comunicación. Por lo tanto, dichos medios defienden unos ideales determinados, intentando y consiguiendo crear consumidores pasivos en lugar de consumidores responsables y activos.
Estos poderes financieros no se rigen por los ideales democráticos, sino por las reglas de los mercados internacionales. Lo económico prima sobre lo político.